jueves, 11 de septiembre de 2014

Dormir acompañado

No, no se va a tratar esto de contar intimidades de la intimidad de mi vida íntima. Nada que ver. Yo no hablo de mi vida privada, manga de viejas chusmas. Vayan a ver programas de chimentos de la tarde o a comprarse revistas del "corazón" para enterarse de esas cosas (dicho sea de paso: que nombre boludo "revistas del corazón". No puedo creer que haya gente que gaste plata para leer eso. Decí que tienen mucho cliente cautivo. Como los cardiólogos... jaaajajajajajaja... Soy una tormenta con granizo del humor. Que loco lindo...).
Igual, aclaro para que no salgan corriendo atropellados a comprarse todas esas revistas de chusmeríos que aún así no van a poder encontrar nada sobre mi, básicamente porque no me conoce ni el loro.
O capaz que si eh. Ojo. Por ahí soy alguien muy muy famoso que hace esto para entretenerse y nunca se van a enterar. No se, no se.

Bueno, pero ese no es el tema. Y no me quiero dispersar porque después se me hace tarde y hoy tengo que ir a hacer una producción de fotos.

En fin, la cuestión es que tengo insomnio.
Y ya se que hasta ahora esto no tiene que ver con nada, pero aguante un cacho que ya le hago la conexión. Tampoco creo que esté taaaaaaaaaaan apurado ¿no? Si está leyendo esto es porque debe estar bastante al pedo.

Como decía, tengo insomnio. Y lo que sucede cuando tengo insomnio, es que no me puedo dormir (básicamente en eso consta el insomnio) y estar acostado, en la oscuridad y en silencio, hace que la cabeza como que se me cebe en pensar todo tipo de cosas, por lo general, de la peor índole.
Entre esas cosas, anoche, justamente, me surgió una que quiero ahora compartir con todos ustedes, amable teleaudiencia, que es la siguiente:

Supóngase que es usted alguien que gusta de hacer cosas medio pelotudas sin ningún sentido de utilidad o, para decirlo de otra manera, una de aquellas personas con una autoestima tan alta y un ego tan desmedido que se la pasa sacándose "selfies" en todo momento para luego subirlas a alguna red social para que otra gente, por lo general completos desconocidos que están tan al gas como usted, se la comenten y, con suerte, elogien, y todas esas cosas medio pavas que hace la gente ahora.
Entonces, en un momento, como usted ya tiene fotos suyas prácticamente en todo sitio y en toda posición, se le ocurre la genial idea de hacer algo súper original y sacarse fotos durmiendo.
Pero no haciéndose como que está durmiendo. Durmiendo en serio. En distintos momentos de la noche.
Para ello agarra una máquina de fotos, le configura un temporizador para que saque una foto automáticamente, pongámosle, cada hora, hora y media (no se si eso se puede hacer, pero hagamos como que si), la coloca convenientemente en un trípode (o en la mesa de luz, si es medio rata y no tiene trípode) ahí cerca de la cama, apaga la luz (si señor, obviamente la cámara tiene flash) y se duerme.

Al otro día, usted se despierta y, con el entusiasmo de un niño en la mañana de Reyes, va correindo a revisar las fotos a ver como salió.
Mira la primera y se ve dormido (claro. Esa era la idea) pero medio tapado con la sábana y no le gusta; mira la segunda y se ve la nuca porque está mirando para el otro lado; pasa otra y se ve ahi babeando toda la almohada y asi.
Finalmente llega a una, tomada bien entrada la madrugada.

Y en ella se ve usted, plácida y profundamente dormido/a, boca arriba.

Pero nota en la foto, que no está solo en su cama (y no. No es porque se ve su marido o esposa, en caso de tenerlo/a).

A su lado se ve una silueta, algo difusa, pero comprensible.
Algo parecido a un duende. Un súcubo. Un íncubo. Un bicho de esos desagradables y medio degenerados con cara de hijo de puta. 
Es una criatura así extraña, horrible y de aspecto diabólico, y está ahi agachada, miránandolo/a fijamente con ojos malignos y brillantes, con su espantosa cara muy cerquita de su rostro, casi rozándolo, y una de sus manos como en posición de que está a punto de hacerle algo.

Pasa a la foto siguiente (imagino que luego de recuperarse del desmayo y de cambiarse la ropa interior) y el bicharraco ya no está.

Y nada. Eso nomás. Quería que se imagine como sería esa situación, pensando, claro, que si no se le hubiese ocurrido lo de fotografiarse durante la noche, ahora no estaría enterándose de que "algo" lo/a ha estado visitando.

¿Habrá sido la primera vez que sucede? ¿Por que viene? ¿Que quiere? ¿Es posible que, quizás, esa fuese justo la primera vez y ese ser simplemente estuviera tanteando el territorrio, preparándose para volver alguna de estas noches?
Y si no es la primera vez ¿que es lo que estuvo haciéndole todo este tiempo sin que usted supiera?
¿Y si ahora se enojó porque le sacó una foto sin permiso y esta noche vuelve para cobrar venganza?


Y lo mas importante de todo.

Si a usted nunca se le ocurrió esto de fotografiarse mientras duerme ¿como sabe, con certeza absoluta, que no está siendo visitado cada noche por alguna de estas entidades?

¡Que julepe eh! Piénselo.



¿Que porqué escribí esto se pregunta?

Bueno, porque seguramente me lo voy a acordar cada vez que vuelva a tener insomnio, y quiero pensar en ese momento que todos los que leyeron esto y lo recordaron en sus propios momentos de insomnio, van a estar tan cagados como yo.

Y eso me va a hacer sentir bien y me voy a reír y así, pensando en eso, me voy a poder dormir.

Y por si son medio de hacerse los que "ah, no me voy a imaginar como sería así no me pasa de pensar a la noche y no me cago todo" acá les dejo una imagen.



Si. A veces soy un ser horrible mueeheheheheheheeee...


Dulces sueños... Que descansen...