jueves, 21 de agosto de 2014

Les traigo luz... sin subsidio

Estábame hace un rato acá tirado en la mas absoluta soledad, reflexionando con la mirada perdida en algún punto infinito en el vacío, medio en la penumbra, con un par de moscas revoloteándome alrededor, y pensaba que si de repente alguien me viera probablemente pensaría que soy un linyera que está usurpando el departamento (el cual, además, está hoy casi en las mismas condiciones que quien lo habita) y quizás intentaría ahuyentarme tirándome un chorro de soda o chumbándome con un escobillón.
Para ser un poco mas gráfico, si la selfie de mi vida en este instante ("selfie" es como llamamos ahora nosotros los jóvenes a una fotografía sacada a uno mismo. Sacarse un foto a uno mismo es medio una pelotudez monumental, pero bueno, los jóvenes somos así, medio pelotudos) hubiere de titularse, se titularía "Miseria y mugre" o algo por el estilo.
El caso es que, por motivos que no voy a molestarme en mencionar porque son cosas mías, personales y privadas (No sea chusma. Esepere a que salga el libro) desde hace un buen tiempo me estoy viendo forzado a vivir (bue, vivir es una manera de decir) un largo período sabático.
Claro que, como no podía ser de otra manera, esto no se desarrolla ni a palos del modo agradable, genial y/o/u disfrutable que un alto profesional del alpedismo como yo hubiera deseado (o sea, habiéndome convertido mágicamente en megamillonario, viviendo en una mansión con vista al mar en una isla privada en Bora Bora y casado con Kaley Cuoco), sino en unas condiciones que directamente rayan con lo lamentable.

Y es en relación a esta situación (el tipo te engancha los temas así de una. Que capo. Alguien debería pagarme solo por exisitir) que hoy vuelvo a sacudir el polvillo de este olvidado rincón.

Porque es bien sabido que de nada sirven las experiencias de vida y la luz de la sabiduría universal si uno no las comparte y porque, además, no se si alguna vez lo había mencionado (puede que si, puede que no. No se. Soy medio disperso y me olvido las cosas), como desde hace unos cuantos años vengo estudiando sobre metafísica y espiritualidad (si, es en serio ¿de que se ríe señor?) y he visto como han ido cayendo las piezas, todo parece indicar que ya es momento de que comience a compartir mi magnífico caudal de conocimientos con las mentes menos elevadas (o sea, ustedes).
Porque, sepanlón, las cosas pasan por algo, la reputa madre que lo parió, y lo mire como lo mire todo parece indicar que es así, la renegrida concha de la lora, y visto y considerando que actualmente mi vida material tiene menos movimiento que Riquelme en pre temporada y que hay voces en mi cabeza que me impulsan a escribir, voy a ermbarcarme en la casi imposible tarea de acercarles gratuitamente (digo "gratuitamente" pero si quieren mandar algo no se contengan. Es a voluntad. Cualquier cosa. Todo viene bien) algunos fundamentos espirituales del por qué de las cosas.
Si, si, porque los distintos somos así. O no escribimos nunca, o aparecemos de la nada y ahí nomás te escribimos para explicarte las leyes espirituales de la Creación. Es así... Es parte del misterioso encanto que nos hace especiales.
Lo que no podría asegurar en este momento es la frecuencia con la que pienso iluminarlos, porque aunque aparentemente la misión de los sabios (o sea, yo) sea la de marcar el camino de la Luz para ayudar a la elevación de las mentes medio chatas (de nuevo, ustedes), estoy seguro de que por hacer esto tampoco voy a ganar plata, así que puede que sea algo medio esporádico (soy un sabio, no la Cruz Roja), o puede que lo haga ahora porque estoy medio aburrido y después nunca mas (porque soy un sabio, pero poco constante y bastante vago. O capaz que me mato. No se).

Eso si, como esto es algo muy serio (de hecho estoy escribiendo con el ceño fruncido, para que se den una idea) antes de comenzar creo que es necesario aclarar algo fun-da-men-tal para entender la cosa, a fin de que se pueda captar el mensaje con la mente abierta y dejando absolutamente de lado todo tipo de prejuicio.
Anote: espiritualidad NO ES religión y NO ES autoayuda.
Parece, pero no. En serio. Nada que ver. Medio que por ahi se confunden por esto de la publicidad y lo que se ha intentado hacer creer durante siglos en el primer caso y durante los últimos años en el segundo, pero cuando te ponés a estudiar el tema seriamente, ves que no.
Obviamente siempre se recurrirá a mencionar a Dios, al Creador, o a la Luz, porque de alguna manera hay que referirse a "ESO" que está "ahí", pero cada uno le puede dar el sentido que mejor le calce a su entender (Igual es hora de que vayan sabiendo de una buena vez que a "ESO" le importa tres velines como lo llamen).

Aclarado este punto y para arrancar con algo no demasiado complicado, paso a relatar la reconocida pastafrola de "El hombre y la piedra". (Ah si, porque probablemente va a ser así, con historias y relatos que al final terminan con una molleja o enseñanza. Si aún así les cuesta, capaz que la próxima hago dibujitos, no se...).

(Aqui imaginen que empieza a sonar una musiquita, como para amenizar el ambiente):

Cuenta la historia que había una vez un hombre. Un tipo normal, común y corriente, como usted, o usted, o usted, o yo (bueno, yo no. Yo soy especial, pero hagamos como que si), o el vecino, o incluso aquel de allá con pinta de loquito.
Y ahi estaba este hombre, viviendo su vida lo mas piola, teniendo todo lo que supuestamente uno debe tener para ser medianamente feliz. Y el tipo, entonces, creía que era feliz.
Sin embargo llegó un día en que, casi sin darse cuenta, las cosas medio que se le empezaron a complicar. Primero algunas, de poca importancia. Luego algunas otras, un poco mas importantes. Y al final algunas ya realmente grosas.
Así, con el correr del tiempo, poco a poco, a este hombre se le empezó a ir todo al pasto y la vida se le volvió una reverenda porquería. Tanto así, que ya medio como que empezó a sentir que todo a su alrededor se le derrumbaba y que no tenía ni la sabiduría, ni los medios, ni la fuerza para recuperarse y volver a salir adelante.
Finalmente, llegó un día en que este hombre, que mientras todo le iba bien ni se molestaba en pensar en la parte no material de la existencia y básicamente todo le chupaba un huevo, ahora, asfixiado por sus problemas y preso de la angustia y la desesperación, hizo lo único que le quedaba por hacer. Elevó su vista al cielo y clamó a Dios (aqui ponga la divinidad que le plazca. Zeus, Odín, el Supremo Kaio Sama, Thor... Bueno, no. Thor no, porque las minas se van a imaginar al de la película y se pierde completamente el eje).

-¡Ayayayayay Dios mío!- grita el tipo sollozando -Ya se que nunca te di mucha bola, pero bueno, escuché por ahí que sos todo misericordia y bondad, así que si de verdad esistís y estás escuchando te ruego que me ayudes porque ya no se que hacer ¡Por favor Dios!... ¡Yo siempre fui bueno y nunca le hice mal a nadies! ¡Si verdaderamente sos todo amor y justicia, te pido un milagro que me devuelva mi felicidat!

En ese mismísimo instante suena como una especie de trueno ensordecedor. El cielo se ilumina con un increíble resplandor y de él surge una nube que comienza a descender lentamente hacia donde estaba el tipo.
Y arriba de la nube, si, venía Dios, con las manos en la cintura, lo mas pancho.
La nube aterriza, y Dios se baja dando un saltito.
El hombre mira la escena casi sin poder ceer lo que estaba viendo.

-Holis- le dice Dios -Sabés quien Soy ¿no?

-¡Gokú!- responde el tipo que era bastante peparulo y solía hacer chistes en los momentos menos apropiados.

-¡Ah bueno, si me llamás para boludearme me las tomo!- replica el Creador subiendo una pierna de nuevo en la nube y demostrando que en el fondo tiene pocas pulgas.

-¡¡No, no, pará, perdón, perdón, son los nervios!! ¡¡No me dejes Oh Señor!!- grita el hombre cayendo de rodillas y ya medio sobreactuando un poco.

-Bue- le dice Dios mientras se vuelve -Me llamaste y acá estoy ¿En que te ayudo máquina?

El hombre se quiebra y empieza a llorar desconsolado y casi a los gritos.

-¡Mi vida Dios... toda mi vida se fue al tacho! ¡Estoy mal! ¡No se que hacer! ¡Te suplico que me obres un milagro para sacarme de esta situación horrible porque ya no aguanto mas! ¡Por favor ayudame! Si me ayudás, yo te prometo que...

-Nononononono- interrumpe Dios haciendo un gestito con la mano -No hace falta que me prometas nada capo. Yo te amo, y quiero darte todo lo que desees para que seas plenamente feliz, porque para eso me tomé el laburito de crearte a vos y a todo este Universo. Además te pregunté para quedar bien nomás. Yo ya Sé todo lo que te pasa. Por algo Yo soy Yo.

-Uy ¿En serio? -dice el tipo secándose los mocos con la manga -¡Buenísimo! ¡Gracias Señor! ¡Mil grac...

-Peeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeero- vuelve a interrumpir el Master of the Universe revoleando un poco los ojos -comprenderás que no puedo dártelo todo sin que al menos hagas algo para ganártelo ¿nocierto? Así que te voy a tener que pedir que hagas una cosita para mi. Es una pavadita. Un detallecito. Algo como para que no quede como que todo te viene de arriba y demás ¿Estamos de acuerdo?

-¡Estamos de acuerdooo!- grita el tipo, mientras se dan la mano con Dios y brindan con fernet.

En ese momento Dios se da media vuelta, aplaude un par de veces y, de la nada, hace aparecer una piedra. Hermosa la piedra. Perfectamente esférica. Y mas o menos del tamaño de un departamento. De tres ambientes. Con cochera y dependencias.

-Bueno- dice Dios mirando al tipo -Yo ahora me voy a ir un toque porque tengo que hacer unas cosas por ahi. Lo único que te pido es que empujes esta piedra hasta que vuelva ¿Dale?

-P-p-pero Señor -dice el hombre mirando la gigantesca piedra -No creo que pueda. Debe pesar como diez toneladas. ¿Como voy a...

-Ese es el trato. Lo único que quiero es que empujes la piedra y Yo, cuando vuelvo, te obro el milagro que quieras -repite Dios mientras se sube en la nube de un salto.

-Pero Padre Celestial, no entiendo... Para que...

-Escuchame titán, tenés que empujar la piedra -vuelve a decir Dios señalándosela con un ligero movimiento de mentón -Es lo ÚNICO que quiero que hagas.

-Pero, es imposib...

-Tenés que empujar la piedra, nada mas... -sigue repitiendo el Creador mientras se empieza a alejar despacito.

-¡¡Pero esperá Dios!! ¡¡¿Cómo?!! ¡¡¿Por qué?!! ¡¡No es justo!! -grita el tipo mientras lo corre medio al trote y haciendo ademanes ya medio entre caliente y desesperado.

-¡Empujar la piedraaa! -replica Dios mientras desaparece velozmente en la infinitud del cielo.

Y el hombre se queda entonces ahi, pasmado, en silencio y solo.

Se vuelve hacia el el gigantesco objeto.
Lo mira con un sentimiento que mezcla impotencia y rabia, durante algunos minutos.
Mira al cielo, intentando entender.
Se acerca y comienza a caminar muy despacio alrededor de la piedra, observándola desde todos los ángulos, pasando su mano sobre esa fría, maciza y exquisitamente pulida superficie, mientras en su mente repasa una y otra y otra vez el inexplicable pedido que Dios le había hecho.
Pero por mucho que lo piensa, no halla respuestas.
El hombre siente, íntimamente, que todo no es mas que una burla cruel. Tan cruel e injusta como el hecho de que su vida se haya desmoronado de repente, sin haber hecho nada para merecerlo.
Sin embargo presiente que debe haber algo detrás de todo lo que acaba de suceder. Que algo debe haber que no está viendo.
Después de todo, hasta hace poco apenas si creía en la existencia de Dios, y recién se le acaba de presentar, en vivo y en directo.
Y es en ese instante, entonces, que el hombre tiene una epifanía.
Se da cuenta de que si Dios le pidió una tarea, por mas difícil que parezca, debe ser porque, en el fondo, Él sabe que tiene la capacidad de llevarla a cabo (Sino sería bastante garca de parte de la Divinidad, y como que no da).

-¡Pero claro!¡Si Dios me dijo que haga eso, será porque también me dió el poder para hacerlo! ¡Faaaaaaaaaaaa! ¡Debo tener la fuerza del increíble Hulk! -exclama entonces el hombre, hablandose solo como los locos.

Y con ese pensamiento en su mente se llena entonces de optimismo, saca pecho, se frota las manos, esboza una ligera sonrisita de confianza, se arremanga, toma aire, y apoyando ambas manos sobre la piedra la empuja con todas sus fuerzas.

La piedra no se mueve ni un miserable milímetro.

-No importa, no importa -se dice el hombre -Debe ser la falta de práctica. Yo puedo. Yo puedo. No pasa nada. Esto es una papa ¡Vamos carajo! ¡Viva Perón!

Respira hondo un par de veces. Mira fijo la piedra poniendo cara de héroe de película. Se da ánimos. Vuelve a tomar aire. Se afirma bien. Toma un pequeño envión y vuelve a empujar.

Nada.

-¡Pero la puta madre! -dice el tipo poniéndose las manos en la cintura y ya respirando bastante agitado -¿Como puede ser? Algo debo estar haciendo mal.

Toma impulso y lo vuelve a intentar.

Nada.

Intenta otra vez.

Otra vez, no pasa nada.

El optimismo de hace un momento se le empieza a desvanecer rápidamente, reemplazado por una incómoda sensación de impaciencia.

El hombre persiste y vuelve a empujar con todas sus fuerzas. Aprieta los dientes. Gruñe. Se queja. Sigue empujando. Transpira. Se pone colorado. Empuja mas. Se le inflan las venas del cuello. Sigue empujando. Le sube la presión. Se le escapa un gas. Le lloran los ojos.

La piedra se le caga de risa. Inamovible.

Finalmente, luego de algo mas de media hora de infructuosos intentos, dando un desgarrador grito de desesperación el hombre, agotado, se rinde.

Se aleja unos pocos pasos, se sienta en el suelo mirando la piedra, y comienza a llorar desconsolado.

En eso escucha un estampido.
Levanta la vista y lo ve llegar a Dios en su nube, comiéndose un cuarto de helado.
La nube aterriza y Dios vuelve a bajar dando un gracioso saltito. Se acerca. Lo mira al tipo. Mira la piedra. Lo mira al tipo de nuevo.

-¿Y? -pregunta Dios arqueando las cejas.

-¡¡¿Cómo "y"?!! ¡¿Y que?! -grita el hombre poniéndose de pie de golpe, lleno de ira, con los ojos rojos y los mocos colgando -¡¡Te pedí ayuda y a cambio me pedíste que haga algo imposible!! ¡¡No es justo!! ¡No puedo mover esa piedra! ¡Y vos lo sabés bien! ¡¡Garca!!
 

-Por supuesto que lo se -responde Dios en tono re calmado y mientras se manda una cucharadita de helado -Por eso lo único que Yo te dije que tenías que hacer era empujar la piedra hasta que volviera. Nunca te pedí que la movieras, ni pretendía que lo hicieras.

-¿What?
-dice el tipo, poniendo cara de comedia americana.

-Sep -
continúa el Señor -Yo dije "empujar", no "mover". Vos Me escuchaste, lo interpretaste como quisiste y por eso no pudiste hacerlo, a pesar de que era algo muy simple. Lo creíste imposible desde el principio y así te diste por vencido incluso antes de empezar siquiera a intentarlo.

El hombre se queda con la boca abierta, como intentando decir algo, pero no le sale la voz.

-Y, dicho sea de paso
-prosigue el Creador sin dejar de saborear su helado -¿Cómo se te ocurre que Yo, que Soy LO copado, podría pedirte algo que sé bien que no ibas a poder hacer? Casi que debería sentirme ofendido del pobre conceCto que tenés de Mí. Me extraña araña...

-Pero Señor...

-Tenías que empujar la piedra, nada mas... -le vuelve a repetir el Creador, mientras raspa el fondo el potecito con la cucharita.

-Pe-pero...

-Era empujar la piedra...

-Pero ¿para que? ... ¡No tiene sentido!

-¿Y? -
responde Dios mientras pasa la mano sobre el pote de helado vacío y lo hace aparecer lleno de nuevo, pero con otro gusto -Yo creé este Universo bajo las perfectas e inapelables leyes de causa y efecto. Por lo tanto, todo, absolutamente todo lo que recibís, ya sea que hoy lo consideres bueno o malo, no es otra cosa que la consecuencia de tus actos, en esta encarnación o en las anteriores y es parte de tu aprendizaje. Aún así, vos hoy Me llamaste para pedirme que Yo te solucione todos tus problemas haciendo un milagro. Para Mi eso no tiene mucho sentido. Sin embargo acepté, y solo te pedí a cambio algo muy simple ¿Por qué Mi pedido debería tener sentido para vos? Vos Me pediste algo que Yo podría hacer y Yo te pedí algo que vos podías hacer, nada mas... Yo creo que estuve bien... Ojo, para Mi eh, para Mi...

-Si, perooo...

-Era EMPUJAR la piedra... -
dice Dios haciendo un gestito con la cara y encogiéndose ligeramente de hombros como diciendo "Y bue, que le vas a hacer..." mientras se da media vuelta, se sube a la nube y comienza a elevarse lentamente.

-P-p-p-pero Dios... Esperá.. no...

-Empujar la piedra era...
-reitera el Padre Universal ya poniéndose medio pesadito.

-¡Pero... por favor... dame otra oportunidad! ¡Otra oportuni-dad! ¡Otra oportuni-dad!
-empieza a gritar el hombre haciendo palmas.

-¡Empujar la piedra; no moverla!... -
grita Dios mientras mete segunda y se aleja.

Y el hombre se queda entonces una vez mas ahí, solo, perplejo, mirando al cielo, pero aceptando esta vez en su corazón que Dios, para variar, se la había hecho bien y el error había sido suyo.

En ese momento la nube voladora de Dios pega una violenta vuelta en U y comienza a acercarse nuevamente.
El hombre se regocija pensando que el Creador, en su infinita misericordia, volvía para darle otra oportunidad sabiendo que la lección había sido aprendida. Sus ojos brillan de alegría y vuelve a sonreir.

La nube pasa volando bajito y desde arriba nomás Dios le grita "¡Era empujar la piedra capo!", le hace "chau" con la mano y sigue de largo.


Y así termina esta historia.

Parece una boludez, pero si se la medita en profundidad, encierra varias enseñanzas.

Una de ellas es que si se preguntara a cada uno que es lo que le quedó como conclusión, probablemente responderían cosas distintas, y eso les daría una pauta bastante clara acerca de la relación que tienen en este momento con la parte no material de su existencia (eeepaaaaa ¿la tenías a esa? no lo habías pensado ¿eh piscuí?...).
Claro que, seguramente, también habrá alguno que en este momento estará indignado, con espuma brotándole de las comisuras de los labios, mientras grita frente al monitor que esto es una reverenda porquería escrita como el ojete, y que por qué no me dejo de robar y me pongo a laburar, pero bueno, hay gente para todo.

Sin embargo, básicamente, lo que en realidad intenta mostrar el cuento es la forma equivocada que generalmente tiene el hombre de interpretar lo que supuestamente el Universo (vamos a ponerlo así) pretende de él.
Porque, lo crea o no, y le guste o no, parece que si estamos acá, ahora, es con un propósito. Y parte importante del mismo es, justamente, poder reconocerlo para poder entenderlo.
Y no solo eso, sino que también, además (y guarda, agárrese porque le voy a decir algo que por ahí lo impresiona un poco y se pone nervioso) el Universo constantemente le está hablando para marcarle el camino a seguir, de acuerdo con ese propósito.
Obviamente que no lo va a hacer tan clara y evidentemente como en la historia, pero que lo hace, lo hace. Y como es EL Universo, cuando quiere decir algo puede usar absolutamente todo lo que existe de la manera en que se le cante para hacerlo (si, hay que decirlo, es bastante rebuscado para charlar. Pero tiene sus motivos, como veremos mas adelante, si se me da la gana). 
El problema radica, obviamente, en que esta forma de "comunicarse" no está destinada a ser fácilmente aceptada y mucho menos comprendida por nuestra parte racional y/o/u intelectual, ya que la lógica y el intelecto son simplemente las herramientas con las que disponemos para transitar en este plano físico, y de poco sirven para tratar de comprender el "idioma" de los planos superiores.
Lo que esto ocasiona es que, por lo general, el mensaje no se escuche, o que se lo escuche pero no se lo entienda (o lo se entienda muy muy mal) o, lisa y llanamente, capaz que se lo escucha y hasta se lo puede llegar a comprender pero uno prefiere hacerse el boludo porque le queda mas cómodo.
La realidad es que para poder entender verdaderamente lo que hay que entender, el primer paso fundamental que debe darse es estar dispuesto y abierto a entenderlo. Sino se complica.
Y por supuesto, eso lleva tiempo (bastante, si uno es medio durito) y, encima, no es algo tan fácil de lograr.
Por este motivo, y muchos otros que serán explicados en otro momento (si se me canta, obvio) es que a lo largo de la historia y aún hasta el día de hoy, a pesar de que el mensaje y el propósito úiltimo del Universo siempre fue uno solo (que básicamente dice que nos dejemos de joder y que entendamos de una puta vez que somos todos parte de lo mismo en distintos envases. Algunos mas lindos que otros, como sería mi caso, por ejemplo), la pobre y limitada interpretación que el hombre ha hecho de esto, sumado a que inevitablemente todo lo pasa por el poco confiable filtro del ego para acomodarlo mas o menos a su conveniencia, ha dado como resultado un mundo sumergido en caos, dolor y sufrimiento, que sigue eligiendo aferrarse a la creencia de que la única realidad es la del mundo de los sentidos y negándose, por puro egoísmo, a transitar el camino de la elevación espiritual que, en última instancia y aunque cueste mucho creerlo, resulta ser el mas simple.
Y asi anda entonces la humanidad, interpretando a Dios, al Universo o a la Luz como se le canta y haciendo difícil al cuete algo que, en realidad, no lo es; y quejándose después porque todo es injusto y nada tiene sentido, sin detenerse por un segundo a pensar en que, quizás, todo lo que ocurre es simplemente el efecto la propia incapacidad de aceptar que ahi nomás, nada mas estando dispuestos a mantener plena certeza en la perfección del sistema y aguantándose la irresistible tentación de meter la cuchara en todo, lograríamos alcanzar en un segundo ese nivel mas elevado de existencia que acabaría de una buena vez con todos los quilombos del mundo.

Obviamente el tema es mucho mas profundo y da para mucho mas, pero por ahora lo dejamos acá, sino se hace demasiado largo y enredado y por ahí los abrumo con tanta sabiduría junta de golpe y les da un soponcio.

Para finalizar, les dejo dos puntos para que reflexionen en silencio:

Uno: ¿Es todo esto que escribí en realidad fruto de estudios que en serio he realizado, o estuve mandando fruta a lo pavote y los tuve leyendo un montón de palabrerío vacío que acabo de inventar como consecuencia de haber ingerido una medicación experimental que me provoca unas alucinaciones buenísimas?

Y dos (y esto es lo mas importante): Si está leyendo esto; si llegó hasta acá incluso luego de haberse respondido la pregunta anterior y haber llegado a la conclusión de que soy un ladri importante ¿No será que hay una parte suya que, inconscientemente, está buscando respuestas tan desesperadamente que hasta es capaz de creer que puede encontrarlas en este sitio? ¿Eh? (Eeeeepaaaalalala... Eso tampoco lo habías pensado pichi. Bueno, ahora que lo sabés, pensalo, y fijate que hacés con eso. Yo te abro la puerta, vos tenés que atravesarla).


Adeus (desaparezco levitando en una nube de humo y misterio).   
 







  
(Vuelvo a aprecer de repente como en una pequeña explosión de estrellitas)

P:D.: Si tienen dudas, o si hay algún tema trascendental sobre el que necesiten ser iluminados, pregunten con confianza que será un placer responder o desarrollar en futuras entregas (si se da la sagrada condición de que se me canten las pelotas, se entiende).

(Vuelvo a desaparecer como en un refucilo) 


(Si, tengo muchas formas de desaparecer).