martes, 1 de febrero de 2011

¡Vuelvo con todo!

Un día de estos...

Ahora no, porque estoy transitando mi último día de sacrificio laboral y lo único que estoy dispuesto a hacer es NADA (de hecho recién vinieron a traerme trabajo y elegantemente les dije que se lo metieran en el upite) y, obviamente, después tampoco porque a partir de la semana que viene estaré de vacaciones y, bueno, son vacaciones y en las vacaciones no se trabaja ni se hace nada porque es pecado y si lo hacés cuando te morís vas al infierno (que es un lugar donde tenés que trabajar por toda la eternidad, siempre de lo mismo y sin sueldo ni feriados. Un horror).
O sea, en definitiva, lo que estoy tratando de decir es que, como aquellos mas suspicaces ya estarán imaginando, este sitio pasará de este lastimoso estado semi abandonado que viene presentando, a un estado de "completamente abandonado, desierto y con pelotas de pasto seco que pasan rodando empujadas por el viento" en los próximos días.
Y el pronóstico dice que esto se mantendrá así por el lapso de mas o menos, aproximadamente, días mas días menos, ponele, así calculando a groso modo, treinta días, o a lo sumo un mes, con suerte.
Como siempre podría chamuyarla un poco y decir que bueno, que se yo, por ahí un día me agarran ganas de escribir algo y eso, pero estaría mintiendo miserablemente y yo, por lo general, salvo que haya una muy buena causa o un jugoso cheque, no miento.
La pura verdad es hay tantas probabilidades de que me ponga a escribir durante el sagrado período vacacional, como de que estudie para clown, me pinte la cara, me ponga un pantalón de colores y anime fiestas infantiles con el nombre de "Patapufi el payaso amigable" como hobby.

Ya sé que esto no va a significar un cambio muy radical en lo que respecta a este ignorado rincón de la blogósfera ni nada por el estilo ya que, de hecho, y como seguramente habrán podido notar, el último año no fue especialmente productivo que digamos (para ser mas claro, menos mal que no vivo de esto porque si fuera así ahora estaría viviendo abajo de un puente) pero igual no está de mas comunicarlo, mas que nada por una cuestión de... ilusión (ilusión de que todavía quede alguien a quien esto le interese).
Soy consciente de que yo nunca fui "el Sr. Productividad" o siquiera he logrado en algún momento mantener un ritmo de publicaciones regular pero, sin dudas, en este último tiempo es como que la cosa se puso cada vez mas esporádica y debo reconocer honestamente que, por como viene la mano, es altamente probable que esta tendencia se mantenga igual o, incluso, que se profundice (Si, si, es así. No lloren ni reclamen. No es para tanto. La vida continúa).
Podría buscar la causa de esta situación, llamémosle de desgano, en el tiempo que hace que intento llevar adelante este coso, en el hecho de que el participar de otro blog me ha ido desgastado lenta e inexorablemente las dos o tres neuronas que tengo destinadas a la escritura, en que hasta el momento he fracasado en concretar mi tan anhelado sueño de hacerme rico y famoso haciendo esta pelotudez, o simplemente en que en mis escasos ratos libres le he puesto mas interés a la práctica de mi amor por el ocio y la vagancia (si estar al pedo fuera religión yo me postularía para Sumo Pontífice), pero para ser sincero, y aunque definitivamente hay un poco de cada uno de los motivos mencionados, la verdad es que últimamente me está costando un poco esto de escribir, o al menos escribir y hacerlo de una forma que resulte (y me resulte) mas o menos entretenida o mínimamente divertida.

Es por eso que, durante este tiempo de relax, además de dormir, rascarme a cuatro manos, reflexionar acerca del por qué de la existencia, y reírme a carcajadas cada vez que en el televisor vea que en la costa está lloviendo, voy a analizar seriamente (poniendo cara seria y todo) la posibilidad de la continuidad o no de este espacio y quizás también, por qué no, la de mi retiro absoluto del medio virtual en general (Se pueden suicidar si quieren pero por favor sin hacer escándalo. Y sobre todo sin mencionarme. No quiero quilombos).

Además, creo que el Cosmos me está enviando inequívocos mensajes de que ya es hora de que me tome un tiempo.
Anteayer, en el colectivo, una chica me vomitó el zapato (clara señal de que ya no debo salir de mi casa) y ayer mi computadora personal fue infectada por un hermoso y persistente virus que me va a llevar un buen tiempo intentar eliminar (obviamente una señal evidente de que no debo utilizar la computadora).

Así que, como ven, esto está mas allá de mi.
Uno debe hacer lo que debe hacer. Que se le va a, justamente, hacer.

Será entonces hasta dentro de un tiempo indefinido de mas o menos un mes.

Y nos leemos a la vuelta... si es que la hay.

Que la pasen lindo.