viernes, 7 de mayo de 2010

Crítica de cine: IRON MAN 2

Hay fundamentalmente dos cosas que me alegran sobremanera cuando llegan al cine las segundas partes de las películas: la primera es que, de ser una película cuya primer parte me ha gustado muchísimo, voy al cine con la expectativa y el entusiasmo de un niño (en especial cuando el filme en cuestión es sobre superhéroes), y la segunda es que, gracias a que ya escribí una crítica en aquella ocasión ahora, al menos, me puedo ahorrar el trabajo de tener que pensar en una introducción sobre la historia, y simplemente haciendo click aquí, pueden ponerse al tanto de cómo viene la cosa leyendo lo escrito en aquella oportunidad.
O sea, para mi es menos trabajo. Y cualquier cosa que me genere menos trabajo a mi me pone bien.
Por eso, sin mas que agregar pasemos directamente a la

Sinopissss

Ha pasado el tiempo desde aquella conferencia de prensa que ofició de final para el primer capítulo de esta saga, en la que Tony Stark le revela al mundo en que él era el hombre detrás de la armadura de Iron Man y, a raíz de este hecho es, en la actualidad el personaje, quizás, mas famoso y reconocido del planeta.
El caso es que, contrariamente a lo que sucede con la gran mayoría de los superhéroes, esto no solo no lo incomoda en absoluto sino que, por el contrario, toda esa atención no ha hecho mas que agigantar aún mas su ya reconocido ego.
Tanto es así que él mismo se encarga de realizar el número de apertura de la fantástica “Stark Expo”, una muestra anual de inventos y tecnología de última generación patrocinada por las industrias fundadas por su padre, haciendo una espectacular entrada como Iron Man, seguida de una demostración del proceso de remoción de la armadura ahí a la vista de todos los presentes.
Acto seguido, y ya de civil, Stark se manda un discurso en el que, bastante agrandado, se la pasa diciendo que si ahora todos disfrutan de que haya paz entre los países es gracias a él, porque cuando se calza el traje de Iron Man no hay nadie que le pueda mojar la oreja (básicamente porque la armadura no tiene orejas) ni parársele de manos, y que si alguno tiene alguna duda que salga afuera que se vuelve a poner la armadura y le rompe la jeta y cosas así.
Sin embargo, mas allá de todo eso, lejos del brillo y el glamour, no todo es tan perfecto como parece en su vida, ya que ha comenzado a notar que el paladio, el componente nuclear que hace funcionar al reactor que tiene en su pecho y que lo mantiene con vida, al consumirse produce unos desechos tóxicos que, lenta pero inexorablemente, están envenenando fatalmente su sangre.
Por otro lado, se ve sometido además a constantes presiones de parte del Gobierno que, en sociedad con el inescrupuloso empresario y fabricante de armas Justin Hammer, insisten en que debería entregar la armadura y la tecnología del “proyecto Iron Man” a las Fuerzas Armadas ya que, según ellos, un solo hombre, y en especial un hombre con los antecedentes de Stark, no es suficiente para cumplir con la función de mantener la seguridad nacional y eventualmente contrarrestar posibles amenazas de países hostiles que, según dicen, inspirados por la aparición de la armadura, están en camino de construir sus propias armas con tecnología similar.
Mientras tanto, el en otro lado del mundo, el físico y experto en tecnología ruso Ivan Vanko, cuyo padre aparentemente colaboró en el diseño del ARC (el famoso reactorcito de pecho) junto con el padre de Tony, ve morir a su progenitor entre la mugre y cagado de hambre, al mismo tiempo que en la televisión mostraban lo bien que le iba al imperio Stark, por lo que le agarra como un ataque de resentimiento y luego de gritar “¡¡Odio a Stark!! ¡¡Odio su dinero, sus casas y sus autos!! ¡¡Odio a la puta oligarquía!! ¡¡Los odio!!” se pone en campaña para tomarse el palo a los EEUU con el objetivo de destruir el legado de quien él considera el responsable de su miseria.
En tanto, Tony, que por el temita este de que se le estaba contaminando la sangre ya sentía que estaba medio jugado, comienza a comportarse cada vez mas irresponsablemente, especialmente en lo que respecta al manejo de su compañía, lo cual le genera constantes enfrentamientos con su asistente Pepper, que no entiende el por qué de ese comportamiento y trata por todos los medios de mantener las cosas en orden.
Tanto le rompe las pelotas la mina que, al final, Stark agarra y la nombra jefa de todo para que no lo joda mas, porque él ya lo único que quiere es pasarla bien y jugar con su armadura.
Pepper al principio se hace la que “ay no pero como yo, nonono” pero obviamente después termina aceptando porque no es boluda y sabe que con eso va a ganar un vagón de guita. Y además porque es mujer y la las mujeres les encanta mandar.
Debido a esto, Tony se ve obligado a conseguirse otra asistente (porque es millonario y los millonarios si o si tienen que tener asistente), y para ello elige a la bellísima Natalie Rushman, una flaca que era del departamento de legales y que se ganó el puesto porque está mas buena que vivir de vacaciones y con eso es mas que suficiente.
Así, como todo parecía estar mas o menos en orden, todos agarran y se van para Montecarlo a ver unas carreras de autos, pero Tony se encapricha y decide que no la quiere ver, que quiere correr él, porque el auto es de él y además es millonario y hace lo que se le canta, así que va, lo raja la piloto, se mete en el auto y empieza a correr la carrera.
De repente en el medio de la pista aparece el ruso Ivan Vanko armado con una especie de exoesqueleto impulsado por un reactor ARC similar al de Iron Man y que en los brazos contaba con dos prolongaciones en forma de látigos de energía bastante jodidos con los que empezó a partir por la mitad a cuanto autito se le ocurría pasarle cerca, armando un despelote de la gran siete y esperando el momento de tener a tiro a Stark para poder concretar su venganza.
Cuando finalmente lo logra, el pobre de Tony apenas si sobrevive al ataque y es rescatado gracias a la heroica intervención de su asistente Happy quien, junto con Pepper, logran llegar hasta él y entregarle la armadura portátil (que es una que se hace valija, muy práctica).
En ese momento Tony se calza el traje de Iron Man y, luego de cruzar un par de sopapos con Vanko, consigue derrotarlo, no sin alguna dificultad.
Sin embargo, este enfrentamiento televisado en directo para todo el mundo, no fue una victoria completa ya ha demostrado que, contrariamente a lo que había asegurado Stark, otros, además de él, están en condiciones de acceder a la tecnología ARC, lo cual le da al Gobierno los fundamentos que estaba necesitando para redoblar sus presiones en cuanto a que debe entregar la armadura a los militares y dejarse de joder de una buena vez.
Esto incluso es avalado por su buen amigo militar Rhodey, quien al igual que la mayoría de los que presenciaron el espectáculo, ya no ve con buenos ojos que un poder como el de la armadura esté en manos de alguien tan impredecible, narcisista e irresponsable como Tony.
Esta situación llega al límite días después durante la fiesta de cumpleaños de Stark, quien casi convencido de que quizás ese sea su último festejo, decide hacerlo a todo culo y no tiene mejor idea que agarrarse un pedo como para cuatro con la armadura puesta, lo cual da como resultado una combinación bastante peligrosa (en especial para los invitados).
Esto es lo que finalmente termina con la paciencia de Rhodey que, ya con las pelotas por el piso, va y se pone otra de las armaduras (el primer prototipo) y después de mandar a todo el mundo a la casa y pegarse un par de bifes con su intratable amigo, se las toma llevándose la armadura con él.
Por otra parte, Justin Hammer utiliza sus influencias para sacar a Vanko de la prisión y le ofrece todos sus recursos a cambio de unir sus fuerzas en pos de un objetivo que ambos tienen en común: destruir a Tony Stark.
A partir de allí, entonces, la vida de un Tony que cada vez parece quedarse mas solo y que de a poco ha ido perdiendo la confianza de quienes solían considerarlo un héroe imbatible, se verá amenazada no solo por el veneno que corre por su sangre, sino también por unos enemigos capaces de equiparar su fuerza y tecnología, lo cual lo forzará a formar alianzas y tomar decisiones que definitivamente habrán de cambiar para siempre su vida.

Si bien esta película quizás no alcanza a igualar a lo que fue la primera entrega, igualmente no deja ser una digna secuela, sostenida, fundamentalmente, por la excelente realización de las secuencias de acción (algo escasas para mi gusto, podrían haber sido mas), y la brillante factura de los efectos visuales que, al igual que en la anterior, llegan a presentar un realismo tal que por momentos uno se olvida que lo que está viendo en realidad no existe.
Tal vez el punto mas bajo de esta producción esté dado por el guión, que presenta algunos altibajos en cuanto al ritmo en el que se van desarrollando los hechos, pero esto queda, afortunadamente, compensado por el fantástico trabajo del Sr. Robert Downey Jr. quien, una vez mas, se carga la película al hombro y realiza un trabajo extraordinario en su papel del excéntrico millonario Tony Stark, proporcionándole a los diálogos una frescura y una espontaneidad que realmente resulta mas que efectiva en cuanto a lograr que su personaje resulte tan creíble como carismático.
Definitivamente Downey se ha adueñado completamente del papel y difícilmente alguna vez se pueda llegar a concebir a alguien mas adecuado para representarlo.
El reparto se completa con Gwyneth Paltrow nuevamente como la ahora un poco mas participativa Pepper Potts, un correcto aunque algo poco expresivo (quizás porque ya no puede mover mucho la cara) Mickey Rourke en el rol de Ivan Vanko, Don Cheadle como el Teniente Col. James “Rhodey” Rhodes (el único cambio respecto de la anterior película y no se si favorable), Samuel L. Jackson como Nick Fury, la infartante Scarlett Johansson como Natalie Rushman/Natasha Romanoff, Sam Rockwell como Justin Hammer y la cacatúa Blanquita, entre otros.
La película fue nuevamente dirigida por el Sr. Jon Favreau quien otra vez, además, se puso en la piel del ocurrente y fiel asistente Happy Hogan, y que una vez mas, consigue realizar un trabajo mas que aceptable respetando fielmente la esencia de la historia y de los personajes.

Calificación: 4 Renegados de acero templado (Muy buena. Una propuesta entretenida, menos sorprendente pero igualmente espectacular, con todos los ingredientes que uno espera de esta historia).