jueves, 30 de diciembre de 2010

Balance

Otro año que se termina. Que barbaridad. Parece mentira. Como pasa el tiempo.

Como sabrán aquellos que han frecuentado este espacio desde hace tiempo (los que quedan. O los que todavía están sueltos) yo no suelo hacer balances de fin de año por varias razones: un poco porque ya sospecho de antemano que el resultado va a ser mas o menos negativo y no da como para confirmarlo y amargarme; otro poco porque soy un loco lindo y rebelde al que no le gusta eso de hacer lo que hacen todos y, finalmente, porque, como ya he dicho en alguna ocasión (generalmente en años anteriores como para esta fecha. Es que estoy medio gagá y repito las cosas) también porque considero que mi año “vital”, por llamarlo de alguna manera, termina y se renueva el día de mi cumpleaños (que, dicho sea de paso, fue el 12. Gracias a todos aquellos que se acordaron y me saludaron. O sea, NADIE), mientras que mi año laboral culmina cuando salgo de vacaciones (para lo cual aún falta un tiempo) y se reinicia el oscuro y maldito día en que me veo forzado a retomar mis tareas.

O sea que, para mi, el cambio de año calendario no tiene mas significado que el de ser un día en el que me cago mucho de calor y como pionono, matambre y lechón para la cena. Nada mas.

Debido a ello, de hacer balances, debería realizarlos en alguna de las fechas mencionadas. O en ambas, si se me diera por evaluar los distintos aspectos de mi vida por separado.

Debería… claro…

El tema es que en la primer fecha no lo hice por motivos que no viene al caso mencionar, pero que tienen mucho que ver con que no tenía un pomo de ganas y que, además, estaba pensando en lo deprimido que iba a estar dentro de un año (si llego) cuando cumpla 40.

Y dentro de un mes, cuando llegue la segunda fecha, casi estaría en condiciones de asegurar categóricamente en este mismo momento que tampoco voy a hacer nada porque seguramente voy a tener muchas menos ganas aún que antes, y además porque también voy a estar deprimido por esto de que seguro que sigo sin convertirme mágicamente en multimillonario y después de las vacaciones voy a tener que seguir trabajando.

Sin embargo, y a pesar de eso, no se bien por que (quizás porque estoy algo aburrido y no tengo nada mejor o mas interesante que hacer. Bah, tengo trabajo, pero eso no significa que sea interesante. Además tampoco tengo ganas de hacerlo. Y hace calor), hoy me agarró como un lapsus mental y, sin querer, me puse a pensar así como a groso modo en lo que fue este año y, sorprendentemente, así en una primera pasada, como que me pareció que tan tan mal no me ha ido.

Por eso, mas por curiosidad que por otra cosa pero, fundamentalmente, porque de algo tengo que escribir para que no parezca que este sitio está abandonado (mas teniendo en cuenta como está la cosa con esto de las ocupaciones ilegales y eso) hoy voy a aprovechar y me voy a juntar con la chusma para realizar mi balance ahora, mas detenidamente.

Si. Porque yo soy así. Impredecible. Y si hace un minuto atrás dije que no me gusta hacer balances, ahora te digo que voy y me pongo a hacer un balance, que tanto.

Bueno. A ver… Ahí voy…

Mmmmmhhjjmmm… En Enerommm… fue… mmjhhmmm… Sesese… y aquello… uhhh siii… mmbsbsbsmmm… uh y esto otro… mmmmmm… Bue, claro, eso fue medio pa’trás… aaajjaaammm… y lo de la otra vez… y uhhh eso... que cagad… mmmjhhmmmm… mitad de año… mmm… noonono, quijodep… sese… y ya después esto de mjmmm... uh… bue… ufffffff… No, pero eso estuvo bienmmm… sisi… pero aquello… ah, claro… y lo otro… mmmmm… En fin…

Listo. Ya está (¿Qué? ¿Creían que iba a contar todo con lujo de detalles? Por favor. No sean chusmas. Son cosas mías. Y yo no hablo de mi vida privada. O si. Pero ahora no. Compren el libro).

Y si. Aparentemente este año, en un inesperado alarde de optimismo injustificado y haciendo un poquito de trampa en cuanto a la calificación de ciertas cosas, lo podría declarar como un rotundo empate. Medio raspando, pero empate.

Las cosas negativas siguieron estando, y quizás continúan pesando mas que las positivas, pero la diferencia es que yo, de a poco, muuuuuuy de a poco, estoy aprendiendo (o al menos lo estoy intentando) a no dejar que me afecten tanto.

Y eso es un gran punto a favor para equilibrar la balanza.

O sea, es todo un logro. Vamos mejorando. Por lo menos, y a pesar de todo, podría decir que quedé a mano. Algo es algo. Es casi un triunfo.

Y ya que estamos en el tema (o en realidad no, pero bueno, no se me ocurre una buena manera de enganchar una cosa con otra. Sepan disculpar. Es fin de año y estoy agotado. Y no tengo muchas ganas de pensar. Y sigue haciendo calor. Y estoy fastidioso. Y hoy es el brindis de acá del trabajo y ya estoy de mal humor) mientras realizaba la evaluación mental del año, recordé que allá por el mes de Enero, yo había publicado este post en el que, básicamente, proponía que dejaran en los comentarios una lista de las cosas que iban a intentar lograr en el año.

Como sucede con prácticamente cada cosa que he propuesto, la convocatoria tuvo una respuesta que bien podría calificarse como patética, ya que muy pocos se prestaron a responderla, pero no es eso lo importante o destacable del caso (además estoy acostumbrado a que no me den pelota), sino el hecho de que por mi parte yo me había propuesto lograr dos objetivos y hoy, con orgullo, puedo decir que los mismos han sido cumplidos (bueno, uno. El otro mas o menos, pero le vamos poniendo garra).

Está bien que no eran cosas así re grosas, como para decir “¡Uhh que loco este pibe lo que se propuso!” pero para mi era importante cumplir, mas que nada porque lo había dejado por escrito y yo me tomo muy a pecho cuando dejo algo por escrito.

Además, de no haberlo conseguido, ahora debería estar escribiendo acerca de mi rotundo fracaso y hubiera sido un papelón (Y encima eso iba a ser un punto negativo y capaz que me arruinaba la satisfacción de haber conseguido un decoroso empate).

O sea, para lo que suelen ser mis estándares, termino el año mas o menos conforme con lo logrado, lo cual ya es mucho decir.

La verdad, podría haber sido peor.

Y así, de esta manera, con esta frase que lo resume todo bastante bien y volviendo a realizar un enganche espantoso y carente de todo sentido, doy por finalizado el año blogueril 2010.

Sé que no ha sido el mejor año de este sitio, lo reconozco, es cierto, casi me atrevería a decir que mi producción fue casi pedorra pero bueno, sepan comprender que uno, aunque no lo parezca, también tiene una vida y a veces las prioridades o los ánimos no permiten que se le pueda dedicar todo el tiempo que se quiere a lo que le gusta.

Igual, ahí estamos todavía. Tengan fe. Ya vendrán tiempos mejores. O no. Que se yo.


Finalmente, como cada año, y de verdad, quiero agradecer sinceramente a todos aquellos que se han tomado el tiempo de pasar por este sitio y, en especial, a aquellos que están acompañando casi desde el principio.
Sepan que el solo hecho de que estén ahí, es invaluable para quien escribe (o sea, yo).

¡Muchas gracias a todos y que tengan un muy feliz, exitoso y glamoroso año 2011!

Y disfruten, que cada vez falta menos para el fin del mundo.


Nos estaremos viendo el año que viene.


jueves, 11 de noviembre de 2010

Puede ser que algo de cierto haya

Continuando con el tema del post anterior (o sea la falacia esa de que tengo un cierto lejano parecido con Chuck Norris), a través de un comentario me entero de que desde hace tiempo anda circulando por la internet una especie de “lista” con las cosas y/o hazañas que el mencionado actor puede realizar solo por ser él.
Un poco por curiosidad y otro poco porque estoy bastante al gas, me puse a buscar esa famosa lista para ver que onda y, para mi sorpresa, me encuentro con que no es una simple enumeración de dos o tres cosas pedorras, sino que es una especie de fenómeno de la red conocido como “The Chuck Norris Facts” que eleva al veterano artemarcialista al nivel de objeto de culto.
La cuestión es que, viendo los hechos allí declarados, mal que me pese no me queda mas remedio que reconocer que, finalmente, tenemos mas cosas en común de las que pensaba, y supongo que no me queda otra mas que aceptar que, de verdad, aparentemente nos une un innegable parecido.

Aquí transcribo algunas muestras para que vean que, increíblemente, somos dos gotas de agua (aunque, por supuesto, yo soy mucho mas joven y humilde):

* Hay dos tipos de gente en el mundo: Los que son Chuck Norris y los que van a morir.

* Si miras a un espejo y dices "Chuck Norris" 3 veces, aparecerá y matará a toda tu familia... pero al menos habrás conseguido ver a Chuck Norris.

* Chuck Norris tiene dos velocidades: Caminar y Matar.

* La mayoría de la gente tiene 23 pares de cromosomas. Chuck Norris tiene 72... y todos venenosos.

* Chuck Norris murió hace 10 años, solo que La Muerte no ha tenido el valor de decírselo.

* Chuck Norris puede tomar la sopa con el tenedor.

* Jesucristo no nació el 25 de Diciembre, pero Chuck Norris le envió una postal de feliz cumpleaños ese día y Jesucristo tuvo miedo de decirle a Chuck la verdad. Por eso celebramos la Navidad ese día.

* Chuck Norris considera un insulto personal la expresión "nadie es perfecto". Dado que es un dicho popular, eventualmente Chuck Norris patea gente al azar por si acierta a matar a su autor.

* Cuando sube a un ascensor, Chuck Norris no necesita pulsar ningún botón. Más le vale al ascensor saber a qué piso quiere ir Chuck Norris.

* Puedes intentar huir de Chuck Norris, pero sólo conseguirás morir cansado.

* Chuck Norris no necesita un control remoto para su televisor. Simplemente clava su mirada en él y el televisor cambia los canales solo.

* Chuck Norris no deja mensajes. Chuck Norris deja advertencias.

* Freddy Krueger tiene pesadillas con Chuck Norris.

* Chuck Norris es a menudo comparado con un tsunami: si lo ves venir, ya es demasiado tarde.

* Chuck Norris no hace "strikes" en los bolos, tira uno y los nueve restantes se desmayan del miedo.

* Los Dinosaurios miraron mal a Chuck Norris una vez. UNA VEZ.

* Chuck Norris siempre supo el final de LOST.

* Chuck Norris puede matar dos tiros con un pájaro.

* Chuck Norris puede dividir por 0.

* Un día Chuck Norris le dió una patada a un caballo en el cuello. Sus descendientes hoy en día son conocidos como "Jirafas".

* Si hay una batalla entre Batman y Darth Vader, el vencedor sería Chuck Norris.

* Cuando Chuck Norris divide, no queda resto.

* Chuck Norris nunca se orinó en la cama cuando era chico, la cama se orinaba sola del miedo.

* Chuck Norris no ve gente muerta, él las hace morir.

* Cuando Dios le dió pan a los humanos, Chuk Norris le contestó: "Dejá, yo traje facturas".

* Chuck Norris no usa reloj, él decide qué hora es.

* Las tres principales causas de muerte en los EE.UU son: 1) Cancer 2) Tabaquismo 3) Chuck Norris.

* La raíz cuadrada de Chuck Norris es dolor. No intentes elevarlo al cuadrado, pues el resultado es muerte.

* Los niños duermen con pijamas de Superman. Superman duerme con un pijama de Chuck Norris.

* Chuck Norris es tan rápido que puede dar la vuelta al mundo y pegarse una piña en su propia espalda.

* La Primera Ley de la Termodinámica afirma que la energía ni se crea ni se destruye, excepto si se encuentra con Chuck Norris.

* Si vos tenés 5 pesos y Chuck tiene 5 pesos, él tiene más plata que vos.

* Vivimos en un universo en constante expansión. Es porque todo en él intenta huir de Chuck Norris.

* Las lágrimas de Chuck Norris curan el cáncer. Por desgracia, Chuck Norris nunca llora.

* Chuck Norris no se afeita, se da patadas en la cara. Lo único que corta a Chuck Norris es Chuck Norris.

* Chuck Norris jugó a la ruleta rusa con una pistola
completamente cargada... y ganó.

* Chuck Norris no duerme, espera.

* Chuck Norris no lee libros. Los mira hasta obtener la información que desea.

* Chuck Norris hace llegar al orgasmo a una mujer apuntándola con el dedo.

* Chuck Norris ganó el rally Dakar a pie.

* Chuck Norris derribó una vez un avión alemán apuntándole con el dedo y diciendo: "¡Bang!"

* Hay 1242 objetos en una habitación promedio con los que Chuck Norris podría matarte, incluyendo a la habitación en si.

* Cuando Chuck Norris va a donar sangre no usa jeringas: Pide un balde y un cuchillo.

* Chuck Norris puede quemar una hormiga con una lupa... de noche.

* Chuck Norris es la razón por la que Wally se esconde.

* Chuck Norris contó hasta infinito. Dos veces.

* Antes de irse a dormir, el Hombre de la Bolsa siempre mira debajo de la cama y dentro de su placard para asegurarse de que no esté Chuck Norris.

* Chuck Norris ha estado en Marte, es por eso que allá no hay signos de vida.

* De noche, Chuck Norris duerme con luz. No porque tenga miedo a la oscuridad, sino porque la oscuridad le teme a Chuck Norris.

* Chuck Norris nunca llega tarde, porque el tiempo se retrasa para él.

* Chuck Norris no caza, porque cazar infiere la posibilidad de fallo. Chuck Norris mata.

* Chuck Norris no esquiva las balas, las balas esquivan a Chuck Norris.

* No hay teoría de la evolución, sólo las criaturas que Chuck Norris decidió dejar vivas.

* Una vez un hombre le preguntó si su nombre era Charles. Chuck no respondió, simplemente se le quedó mirando hasta que el hombre explotó.

* Los créditos de "Walker, Texas Ranger" son en realidad una lista de la gente que Chuck Norris pateó (y por lo tanto, mató) ese día.

* Chuck Norris ganó la Primera Guerra Mundial él solo.

* Chuck Norris pidió un Big Mac en un Burger King, y se lo prepararon.

* Chuck Norris no se crea ni se destruye, se transforma.

* El Titanic no chocó con un iceberg, realmente era Chuck Norris nadando (porque cuando tiene ganas de darse un chapuzón cruza el océano).

* Chuck Norris no camina. Hace girar al planeta bajo sus pies.

* Según la teoría de la Relatividad, Chuck Norris puede enviarte hasta ayer de una patada giratoria.

* Chuck Norris puede comunicarse con los muertos... y volverlos a matar.

* Chuck Norris inventó la cuchara porque matar a la gente con cuchillo era demasiado fácil.

* Chuck Norris resolvió un cubo de Rubik tan rápido que una persona que estaba mirando explotó.

* Chuck Norris convirtió un disco duro en blando.

* La serpiente del jardín del Edén le sugirió a Chuck Norris que se comiera una manzana de las que habían dejado Adán y Eva. Chuck Norris se comió a la serpiente y todas las manzanas. Dios no se animó a decirle nada.

* El mar muerto está muerto porque Chuck Norris lo mató.

* Dios es invisible, porque se esconde de Chuck Norris.

* Papá Noel era real hasta que se le olvidó el regalo de Chuck Norris.

* Cuando Chuck Norris sonríe, un hombre moribundo salva su vida. Esto implica un curioso equilibrio ya que, lamentablemente, Chuck Norris sólo sonríe después de matar a alguien.

* Cuando Neil Armstrong estuvo en la Luna, encontró una nota escrita que decía: "Chuck estuvo aquí".

* Chuck Norris no corta el césped. Simplemente le advierte que si crece, se arrepentirá.

* En la última página del libro Guinness de los Récords, se dice que todos
ellos fueron logrados por Chuck Norris, y los que salen en el libro son sólo aquellos que se acercaron más.

* Cuando Chuck Norris envía su declaración jurada de bienes, manda folios en blanco y una foto suya, agachado y perparado para atacar. Chuck Norris nunca pagará impuestos, jamás.

* La policía cataloga a cualquiera que ataque a Chuck Norris como un 45-11...un suicida.

* Alguien intentó una vez decirle a Chuck Norris que las patadas circulares no son la mejor forma de patear a alguien. Ha sido registrado por los historiadores como el peor error cometido nunca.

* El Tiempo no espera a ningún hombre. A no ser que ese hombre sea Chuck Norris.

* Chuck Norris era el cuarto Rey Mago, que regaló a Jesús una barba que llevó hasta que murió. Los otros reyes magos estaban enfurecidos porque Jesús prefería el regalo de Chuck, y decidieron eliminarlo de la Biblia. Los tres murieron poco después debido a unas misteriosas heridas provocadas por una patada circular.

* Unos arqueólogos desenterraron un diccionario del año 123. Definía "víctima" como alguien que se había encontrado con Chuck Norris.

* Chuck Norris tiene un profundo respeto por la vida humana...a no ser que se cruce en su camino.

* Cuando Chuck Norris hace una flexión, no se levanta él, está empujando la Tierra.

* El primer día Dios dijo, "Que se haga la luz", Chuck Norris le dio una patada giratoria en la cara y le dijo, "Se dice por favor".

* Junto con su cinturón negro, Chuck Norris suele llevar zapatos marrones. Nadie ha OSADO decirle nada. Nunca.

* Chuck Norris fue en una ocasión a rendir un examen de problemas matemáticos. Respondió a todas las preguntas escribiendo la palabra “violencia”. Aprobó con 10. Para Chuck Norris la violencia es la solución a todos los problemas.

* Chuck Norris no puede clonarse: el mejor y único intento conocido hasta la fecha dio como resultado al carismático blogger conocido como Renegado.



Al final tengo que darle la razón a la nenita mirona del colectivo.

Ahora la entiendo. Se ve que cuando uno es groso de verdad se nota.

Chau. Me voy a incinerar gente con la mirada.


jueves, 4 de noviembre de 2010

Lo que me faltaba

Hay una nenita que casi siempre (siempre que yo logre llegar en horario a la parada) viaja en el colectivo que tomo para venir a trabajar.
Rubiecita es la nenita.
Y viaja junto con otro nenito que supongo será su hermanito, y una señora bastante mayor y con pinta de ser, o la abuela, o la señora que los cuida.
Y esta nenita, me mira. Siempre. Y se sonríe. Y lo hace cada vez que subo al colectivo y me ve. Se me queda mirando y sonriendo. Y le hace un gesto a la abuela (o a la señora que la cuida y, presumo, además, es la encargada de llevarla a la escuela junto a con su hermanito) como avisándole de mi presencia.
Y me mira y sonríe, la nenita.
Siempre. Y esto se repite desde hace meses.
Y yo no entendía el por qué de esta fastidiosa actitud.
Si. Porque es fastidiosa. Y molesta. Nunca hubo una interactuación entre la nenita y yo que justifique ese comportamiento. No hay confianza. No nos conocemos.
Y, como bien saben aquellos que me conocen, no soy una persona simpática. Menos en horas tempranas. Y menos con niños.
Pero igual, cada mañana, si me tocaba viajar en el mismo colectivo que la nenita, era la misma historia. Yo subo y ella me mira, le avisa a la señora (o la abuela) y sonríe. Y se queda mirando hasta que se bajan.

Como dije, yo no entendía el por qué de ese comportamiento.

Hasta hoy.

Hoy, como cada mañana, subo al inmundo colectivo y ahi estaba la nenita. Y, como cada vez, repitió su fasitdioso ritual de mirarme, avisarle a la señora, sonreír y quedarse mirándome.
Pero esta vez, parada junto al asiento de la señora y la nenita, iba una mujer, quizás una conocida, o quizás una de esas personas molestas que gustan de entablar conversaciones con desconocidos en el transporte público, no sé. La cuestión es que esta mujer iba conversando con la señora que cuida y lleva al colegio a la nenita.
Y allí subí yo, y allí se repitió el actito de la miradita y la sonrisita.
Y la abuela se lo comentó a la mujer con la que iba conversando, como si fuera una gracia.
Y fue en ese momento en que se produjo la revelación del misterio, a través del siguiente diálogo:

Mujer: -¿Que pasa?
Abuela o señora que cuida a la nenita (sonriendo): -No, que a ella le llama la atención (obviamente refiriéndose a mi imponente presencia).
Mujer: -Ahhh...
Abuela o, bueno, la vieja esa (dirigiéndose a la nenita que, por supuesto, estaba mirándome con su consabida sonrisita): -¿Quien subió? (Refiriéndose a mi, claro).
Nenita: -¡Walker!

Y entonces lo supe.

Resulta que esa mocosa insolente me bautizó "Walker" (asumo que por el personaje de Chuck Norris "Walker Texas Ranger") y, aparentmente, eso es una gracia.

Es el colmo.

Ya no hay respeto. Que barbaridad.

El sábado me corto el pelo y me afeito.

martes, 26 de octubre de 2010

Turismo culinario

Siempre dije que una de las pocas (muy pocas, poquísimas) cosas en las que de verdad me gustaría trabajar, es de viajero culinario. Si se preguntan que demonios es eso, viene a ser algo así como lo que hacen Anthony Bourdain o Andrew Zimmern en sus programas de televisión. O sea, básicamente se trata de viajar a todo tipo de lugares probando las comidas de cada sitio, sean lo que sean.
Por eso, salvando las distancias, claro, y en una escala bastante mas humilde, me sentí enormemente entusiasmado por la oportunidad de haber podido asistir el sábado pasado al asado realizado por el Sr. Viejex en su coqueta mansión ubicada en la exótica aldea de Tigre, un páramo lejano rodeado de islas, selva y Río de la Plata.
Si bien sabía que el menú en si no era nada muy extraño (bah, mas o menos, a esta altura para algunos capaz que si) ya que alguna que otra vez he comido un asado, lo que hacía por demás atractiva la aventura, mas allá de tener la oportunidad de visitar una aldea lejana y casi primitiva, fue que, además, el evento contaba con una exclusiva lista de invitados conformada nada mas y nada menos que por el plantel completo del famosí… eehh, no… bueno, del reconocidí… no, tampoco, eehhh… del pretigio… menos… bueno, del mas o menos pasable blog conocido como Men In Blog (lo cual ya de por si ofrecía un espectáculo pocas veces visto), con el agregado, a manera de bonus track, de la presencia del Sr. Carugo, futuro Honorable Presidente del Club de Fans del mencionado y carismático grupo (lo de “futuro” es básicamente porque aún no tenemos un Club de Fans pero bueno, somos previsores y por sobre todo muy muy optimistas. Las inscripciones están abiertas. Son diez pesitos. Estamos en promoción).

Fue así que, embargado por la emoción y decidido a no perderme semejante acontecimiento, luego de colocarme todo tipo de vacunas por las dudas, con una gran ansiedad y bastante sueño (porque tuve que levantarme temprano y no se si lo dije pero era sábado), emprendí la larguísima y solitaria travesía que me separaba de mi destino.
Fueron varias horas de viaje (mas o menos como catorce contando el colectivo y el tren, aunque capaz que exagero un poco) luego de las cuales, cerca del mediodía, finalmente arribé a la estación de Tigre (bueno, ellos, los locales, lo llaman “estación”, pero en realidad es como una especie de pasillo hecho con ramas y hojas de palmera secas que da a una construcción bastante precaria con un hall central donde algunos nativos tienen comercios y cosas así).
Allí tuve mi primer momento, digamos, de zozobra cuando, al llegar el tren, un grupo de aldeanos surgió de entre la maleza y comenzó a arrojarle piedras y palos y a hacer ruidos y ademanes como si quisieran espantarlo.
Afortunadamente, de inmediato una voz proveniente de los parlantes del tren, explicó que mantuviéramos la calma ya que esto era habitual en este lugar, debido a que esta pobre gente considera al tren como “el gran caballo demonio gimiente de mil patas que vomita gente pálida” y cada vez que arriba uno a la estación repiten ese ritual con la esperanza de poder, alguna vez, lograr que este “demonio” no regrese nunca mas.

Yo estaba extasiado.

La experiencia comenzaba a ser fantástica ya desde el inicio y no podía esperar a ver que me deparaba el día en este pintoresco lugar.

Cuando finalmente pude bajar (habrán pasado como cinco minutos. Afortunadamente los aldeanos no son muy perseverantes y se cansan rápido) me dirigí rápidamente al “hall central” donde había quedado en encontrarme con el Sr. Viejex, quien gentilmente se había ofrecido a pasarme a buscar.
Esto se debió, fundamentalmente, no solo a que el territorio me era ajeno y extraño y podría ser riesgoso moverme por mi cuenta (sobre todo desarmado) sino que, además, siempre es conveniente contar con el acompañamiento de un local por una cuestión de seguridad (parece que los nativos son bastante desconfiados con los extranjeros. Sobre todo con los vomitados por "el gran demonio").
El Sr. Viejex me recibió vistiendo lo que considero debe ser el atuendo ceremonial típico de la zona (una camiseta de Tigre), y luego de alejar a un par de nativos que se me acercaron para venderme unas artesanías, me condujo hasta su auto (lo cual me dio la pauta de cual era su jerarquía en la aldea, ya que los demás andan a pie, a caballo o como mucho en carritos) para dirigirnos ya directamente hasta su residencia.
A medio camino, como yo necesitaba adquirir una gaseosa y además me moría de ganas por enriquecer mi experiencia interactuando con algún aldeano común (el Sr. Viejex aparentemente es de la realeza o algo así), hicimos una parada en un pequeño almacencito de ramos generales muy pintoresco (quizás el único comercio en kilómetros a la redonda), que era atendido por un no menos pintoresco nativo.
Estando allí, el Sr. Viejex tuvo que retirarse unos momentos para ir a buscar al Sr. Carugo ya que lo había dejado esperando en la puerta de la mansión y no era seguro que estuviera allí solo (y menos estando tan arreglado y perfumadito), pero no sin antes aclararle mediante gestos y gruñidos al despachante que yo era amigo, y que venía a comerciar en son de paz.
De esta manera, y confiando en que el Sr. Viejex no me habría dejado allí solo si hubiera considerado que mi vida corría algún peligro, procedí a solicitar el producto en cuestión.
Sin embargo, como respuesta solo obtuve del comerciante una mirada como de desconcierto.
-Una gaseosa por favor ¿Tiene gaseosa?- volví a decir temiendo que el lenguaje se convirtiera en una barrera.
El almacenero me seguía mirando así como medio inclinando la cabeza como si no entendiera.
-Gaseosa- repetí –Agua… dulce…rica… con gas. Burbujitas- dije intentando hacerme entender.
-Aaahhh- dijo el nativo con una gran sonrisa -Si, si.
Fue y me trajo un sifón de soda.
-No, no. Ga-seo-sa… Ehhh… A ver… Seven Up, Fanta, Coca- insistí ya medio nervioso.
-Aaaahhhhh, si, si- dijo el aldeano con gesto de haber entendido finalmente mi pedido.
Y me puso sobre el mostrador una planta de lechuga.
-No, no. Gaseosa señor. Gaseosa- repetía yo.
Pero el tipo me seguía trayendo latas de arvejas, unas bananas, cien de mortadela, un kiwi, unas flechas, un cráneo reducido y cualquier otra cosa, menos una gaseosa.
Por suerte, en ese momento volvió el Sr.Viejex para agilizar todo el trámite y todo llegó a buen término.

Un instante después, y ya con los víveres necesarios adquiridos, llegábamos a la residencia anciana, cuya magnífica construcción terminó de confirmar mis sospechas acerca del nivel jerárquico que ostenta el Sr. Viejex en la aldea, ya que su vivienda está completamente edificada de material mientras que el resto de las viviendas que pude ver parecen ser de adobe y ramas (incluso también hay alguna gente que vive en casas en los árboles, pero son pocos).
Allí, fiel a su naturaleza, lo primero que hizo el nuestro anfitrión fue encender, con un visible entusiasmo, el fuego que cocinaría nuestro almuerzo.
Fue un espectáculo digno de verse.
Se lo notaba fascinado. Como en trance. Con cada crepitar de la madera y el carbón sus ojos centelleaban. Sus silueta se recortaba entre el humo como un fantasma incendiario que estallaba en felicidad con cada chispa.
Un rato después, luego de quemar tres kilos de madera, dos bolsas de carbón, una silla, cuatro tablones, dos piedras y una carretilla, finalmente logró la cantidad de brasas que buscaba y puso las carnes a la parrilla (carnes que supongo serían de res, aunque en ese ambiente casi salvaje bien podrían haber sido carnes de caza), con lo que el evento ya comenzaba a tomar forma, color, y aroma.

Poco tiempo después, y quizás guiados por el apetitoso olor de las carnes al fuego, comenzaron a llegar el resto de los selectos invitados: el Sr Pablo, el Sr. Bigud, el Sr. F. y el Sr. Bugman, quienes tuvieron que llegar en grupo por razones de seguridad, atentos a lo hostil del territorio (Las flechas clavadas en los autos y marcas de piedrazos son prueba de ello).
Apenas minutos después el grupo se completaba con la llegada de los Sres. Briks y Mariano y el ágape daba comienzo.

Debo decir que fue una reunión verdaderamente fantástica.

La comida estuvo realmente exquisita y, por fortuna, esta vez no hubo que lamentar bajas (aunque se hizo un merecido y respetuoso momento de silencio en memoria de aquel pollo incinerado en la reunión anterior).
El Sr. Viejex sin dudas se lució como anfitrión, encargándose personalmente de cada detalle y ocupándose prácticamente de todo (hay que reconocer que los demás mas que transportar los caballetes y el tablón para armar la mesa y distribuir los platos, mucho no colaboramos pero, bueno, en nuestra defensa debo decir que quizás el tener que estar constantemente vigilando la periferia debido a los sonidos extraños provenientes del selvático ambiente que nos rodeaba nos tenía algo nerviosos) y se merece el mayor de los reconocimientos por el esfuerzo y la dedicación demostrados.
Se comió muy bien, se bebió bien y moderadamente (excepto por dos que se bajaron un tubo de tinto solos) y la comida afortunadamente alcanzó con holgura para todos (aunque esto quizás haya sido debido a que al Sr. F. apenas días atrás le habían extirpado unas muelas y todavía estaba algo sensible para masticar, porque sino creo que tendríamos que haber sacrificado a alguna de las perras del Sr. Viejex y arrojarla a la parrilla para seguir alimentando al joven comensal, pero bueno, se comprende que el muchacho está en pleno crecimiento).
La conversación durante toda la velada tocó las mas variadas temáticas (algunas de tinte nostálgico como el recuerdo de los "Kalkitos", lo cual daba cuenta de lo jovatos que somos), se desarrolló siempre en un ambiente de camaradería por demás agradable y llevadero, y dejó para la historia algunas frases que recordaremos por mucho tiempo como el “¡Salí asqueroso, ya se lo que querés!” del Sr. Pablo o la lapidaria “Esas son las cosas que encontrás en internet a las cuatro de la mañana” del Sr. F..
Mas tarde, luego de la sobremesa y el café, se realizaron algunas tomas fotográficas e incluso filmaciones que quizás alguna vez salgan a la luz, o quizás no (se escuchan ofertas) para documentar el evento, y varios momentos mas que redondearon un reunión sencillamente memorable.

Entrada la tarde, el evento se dio por finalizado debido a unos compromisos ineludibles del Sr. Viejex (creo que tenía que ir a hacer un sacrificio o a bautizar a los jóvenes guerreros de la tribu o algo así. No se) y cada uno se volvió a su lugar de origen con la panza llena y el corazón contento.
En mi caso el Sr. Bigud tuvo la amabilidad de evitarme un nuevo viaje en tren (con la consiguiente necesidad de atravesar nuevamente la “estación” esta vez completamente solo) y me acercó en su poderosa Estrella de la Muerte hasta el centro, dejándome en la distinguida Plaza Once donde apenas tuve que evitar dos intentos de robo, uno de asesinato y uno de violación antes de subir al colectivo que me llevó de regreso a mi hogar.

Y así fue.

Volví algo cansado pero feliz.

Feliz por haber vivido una experiencia única, por haber conocido otras culturas, por haber comido asado y por haber podido regresar sano y salvo.

Pero también, principalmente y mas allá de cualquier broma, feliz por haber compartido una tarde con ocho tipos excepcionales, y por haber tenido la oportunidad de pasar gratísimos momentos, de esos en los que uno no puede menos que agradecer las vueltas que tiene la vida y que lo llevan a encontrarse con la fortuna de poder conocer a tan buena gente.

Eso, de verdad, no tiene precio.

A ustedes, muchachos, gracias.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Crítica de cine: THE EXPENDABLES

Lo primero que habría que decir de esta película es que, sin dudas, es un producto ciento por ciento honesto, sin mas pretensiones que entretener, y brindar todo aquello que uno espera encontrar en producciones de este tipo.
Es, ni mas ni menos, que un fantástico despliegue del mas puro y duro cine de acción con reminiscencias ochentosas, llevado adelante por un elenco integrado por las estrellas mas legendarias del género que simplemente se encargan de hacer lo que mejor saben hacer: cagarse a piñas, matar a los malos, y hacer volar todo lo que puedan, soltando cada tanto alguna frase memorable o un chascarrillo irónico.
Es simplemente eso. Y, afortunadamente, no hace falta mas.
Para los amantes del género que transitamos nuestra adolescencia en los 80’s y supimos fanatizarnos con este tipo de cine esta, definitivamente, es una película para disfrutar sin culpas y pasarla bien. Realmente muy bien.
Es una película “de cancha”, de esas para ver con amigos, tomando cerveza y comiendo pizza con la mano.
Una película que tiene algunos momentos en los que, realmente, dan ganas de aplaudir y gritar parado en la butaca.
Seguramente, habrá quizás muchos críticos pretendidamente “serios” que con sus consabidas frases rebuscadas y sus narices fruncidas, se encargarán de destrozarla, argumentando acerca de la liviandad del argumento, o lo pobre del guión y los diálogos, o lo poco elaborado de los personajes pero, sinceramente, eso, a mi, me importa tres pepinos.
Afortunadamente los críticos “serios” no representan al público y, para mi, como público, este fue un peliculón que me brindó un gratísimo momento y que hizo que saliera del cine contento y con una enorme sonrisa en el rostro.
No vale la pena en absoluto ponerse a hilar fino, buscando realismo o pretendiendo encontrarle un sentido metafórico o profundo a lo que se muestra en la pantalla.
Esta es una película, como dije antes, para pasarla bien sin culpas y, entendida de esa manera, es un espectáculo imperdible.


Sipocnspis

La historia se centra, como no es difícil de imaginar, en un grupo clandestino de mercenarios autodenominados “The expendables” (Los prescindibles) compuesto por veteranos ex militares de elite, especialistas en distintas disciplinas de combate que, en la actualidad, subsisten llevando a cabo misiones que nadie mas se atreve a realizar a cambio de generosas sumas de dinero.
El equipo está conformado por el líder y hábil tirador Barney Ross, su amigo y especialista en lanzamiento de cuchillos Lee Christmas (con quien mantiene una especie de amistosa rivalidad en cuanto a quien es el mas rápido y el mejor), el oriental experto en artes marciales Yin Yang, el combatiente sueco Gunnar Jensen, el armamentista Hale Caesar y el técnico en explosivos Toll Road.
A manera de introducción del tipo de trabajos que realiza el grupo y como preámbulo de lo que vendrá después, la acción se traslada a un buque en medio del océano (claro, porque generalmente allí es por donde andan los buques) en el que un grupo de piratas somalíes mantiene secuestrada a toda la tripulación, amenazando con comenzar a asesinarlos de a uno frente a una cámara debido a que el Gobierno aún no les ha enviado el dinero del rescate.
En un momento, justo cuando el primer rehén estaba a punto de ser degollado a manos del líder de los piratas, como de la nada cae un bolso, al mismo tiempo que tres precisas miras láser hacen blanco en el morocho.
-¡A la pipeta! ¿Quién anda ahí?- grita el negro medio pálido por el cagazo después de ordenarle al resto de sus secuaces que no muevan un pelo porque sino lo van a dejar como un colador.
-Eso no te importa. Ahí tenés la guita del rescate- responde una voz desde la oscuridad –Ahora liberá a los rehenes y tomatelás.
-Momentito A ver ¿Y cuánto es?-
pregunta el negro bastante desubicado.
-Lo que habían pedido. Tres palos- responde Ross (porque la voz era la de Ross).
-Si, bueno, pero no. Como tardaron mucho en pagar, ahora quiero cinco- retruca el morocho, cuya avaricia aparentemente le impedía tomar conciencia de la precaria situación en la que se encontraba.
-¡No! ¡Te doy seis!- grita Barney que como soldado era buenísimo pero para negociar era un salame.
-Psst. Se supone que tenés que ofrecerle menos- le corrige por lo bajo Ying, que como todo oriental sabe mucho de negocios y de currarte con el cambio.
-¡Uh loco, que aburrido se puso esto!- dice Gunnar que no era muy paciente para las negociaciones y ahí nomás hace un “disparo de advertencia” (que no pienso detallar para no arruinar el momento, que es grandioso).
Es ahí entonces cuando se arma un flor de tiroteo, hasta que solo quedan en pie un reducido grupo de piratas con rehenes, frente a frente con los integrantes del equipo.
-Bueno- dice Ross canchereando –Se rinden por la buenas o por la malas. Ustedes deciden.
-Eh rescatate vieja-
grita uno de los piratas –Uno de ustede' que se mueva y me cargo a este gil eh, mirá que lo mato eh, a mi no me torié vieja eh que nosotro no nos comemo ninguna guacho eh…
-Che, que te juego que yo liquido mas piratas que vos- le dice Lee por lo bajo a Barney.
-Ni en pedo. Te juego cien pesos a que no- responde este acariciando su revolver.
En ese momento, uno de los rehenes, quizás por los nervios, no puede evitarlo y expele un sonoro gas, lo cual, quizás debido a lo tensa que se había puesto la situación, ocasiona que se desencadene un veloz intercambio de disparos, del cual, obviamente, resultan victoriosos (de una manera fantástica) Ross y su equipo.
Finalizada la misión, estaban todos juntando algunas cosas y preparándose para volverse cuando notan que el gigante Gunnar, que parece que de tanto darle a la papusa ya estaba medio loco, andaba muy entretenido en una de las cubiertas superiores disponiéndose a colgar a uno de los piratas solo por diversión.
-¡Eh che, dejá eso que nosotros somos los buenos y nos hacés quedar mal!- le grita Barney bastante molesto.
-Chupito el pame- responde Gunnar entre carcajadas mientras sigue en lo suyo.
En eso llega hasta él el oriental Yang y, con intenciones de detenerlo, le pega un par de patadas.
Gunnar medio que se lo toma a mal y ahí nomás se empiezan a cagar a piñas hasta que, finalmente, y justo cuando el grandote estaba por hacer fetas de chino con el machete que tenía por cuchillo, Barney interviene y pone fin a la disputa, dándose cuenta, además, de que Gunnar quizás ya no está en condiciones de seguir perteneciendo al grupo.
Tiempo después, ya nuevamente en la ciudad y en el taller de su viejo amigo y ex integrante del equipo, Tool, mientras se hacía terminar un tatuaje de Bob Esponja en la espalda, a Barney le llega la propuesta de una nueva misión.
A fin de interiorizarse del caso accede a reunirse con un misterioso hombre que se hace llamar simplemente “Sr. Church”, quien le ofrece una mas que importante suma de dinero a cambio de que el equipo vaya hasta una islita medio pedorra de Centro América que se encontraba bajo el control del General Garza, un milico dictador que parece que andaba rompiendo las pelotas por allá, maltratando a la gente, vendiendo drogas, diciendo que Mac Donald’s era el demonio y cosas así, lo cual, por supuesto, no podía permitirse, por lo que era necesario ver si se lo podía hacer boleta.
Ross acepta la misión (mas que nada porque le encanta el Big Mac y no tolera que hablen mal de Mac Donald’s) y al poco tiempo, junto con su compañero Lee, agarran su hidroavión y se van los dos de incógnito para la isla para ver que onda y, además, encontrarse con un contacto local que les iba a proporcionar el resto de la información necesaria para programar bien los detalles del caso.
La cuestión es que el contacto resulta ser una morocha bastante potable, llamada Sandra, y que no es otra que la hija rebelde de Garza, que está muy en desacuerdo con todo lo que está haciendo su padre, y cuyo mayor interés es el de liberar a su pueblo cueste lo que cueste.
Así, mientras los tres andaban por la isla dado una vuelta, conociendo un poco y sacando fotos haciéndose los turistas, Barney y Lee se desayunan de que, como era previsible, el General no estaba solo en sus negocios, sino que era bancado y hasta presionado por un cruel ex agente corrupto de la CIA llamado James Monroe, que lo único que pretendía era hacerse rico con la comercialización de drogas.
Por desgracia, en un momento son descubiertos e interceptados por un grupo de soldados que, de muy mala manera, intentan llevárselos a todos prisioneros, por lo que a Ross y Lee, no les queda mas opción que hacerlos moco a todos en quince segundos y escapar llevándose a Sandra con ellos. Obviamente, esto llama un poco la atención y hace que sean perseguidos por toda la isla por los hombres de Garza y Monroe pero, finalmente, logran evadirlos y llegar a salvo hasta el hidroavión. La macana es que justo cuando ya estaban a punto de escaparse y empezaban a cantar “Lalala no nos agarraron lalala”, Sandra se les retoba y decide que se quiere quedar, desaprovechando su única oportunidad de escapar y aún sabiendo que ahora era buscada y considerada como una enemiga del régimen.
Esto desconcierta a Barney, que se queda medio de mal humor por lo desagradecida que resultó la mina y, de caliente nomás, pega una vuelta con el avión y caga a tiros a los soldados que estaban en el muelle, pega otra vuelta y prende fuego todo y, después pega otra vuelta y los escupe a todos de pasada.
Ya de regreso, luego de mantener una profunda conversación con Tool acerca de lo que había pasado y de lo que son las cosas y de las vueltas de la vida, Barney comienza a replantearse los motivos que lo mueven a llevar la vida que lleva, y decide que, aunque sea solo, debe volver a la isla para completar la misión, ya no por dinero, sino por una cuestión de honor personal (y además porque todavía la película no había llegado ni a la hora y si terminaba ahí quedaba medio corta).
Por supuesto, al enterarse de esta decisión, el resto de los miembros del equipo, aún sin estar del todo de acuerdo con los motivos de Ross, en nombre de la lealtad y la amistad que siempre los ha unido, no permiten que su líder se embarque solo en esta cruzada y, como siempre y a pesar de todo, deciden acompañarlo.
A partir de allí, entonces, este grupo de veteranos dará comienzo a una espectacular y riesgosa operación clandestina cuyo principal objetivo es el de rescatar a Sandra pero, de paso, además, intentar poner fin a la tiranía del General Garza y acabar con el sucio negocio de drogas regenteado por Monroe, para lo cual deberán enfrentar solos a toda la fuerza militar de la isla y poner sus vidas nuevamente en juego en una misión que, quizás, sea la mas peligrosa que les haya tocado realizar.

Por supuesto que, desde el punto de vista argumental, la película no ofrece nada que no haya sido visto antes, pero es mas que evidente que, para el caso, el guión no hace mas que convertirse en una mera excusa para el desarrollo de los hechos y de la, por sobre todo, espectacular acción que explota en numerosas y grandiosas escenas magníficamente realizadas, las cuales, si bien en muchos casos fueron mejoradas con efectos digitales, en su mayoría se realizaron a la manera de la vieja escuela del cine de acción clásico.
El ritmo es constante y si bien hay algunos diálogos que pueden llegar a resultar algo extensos y en los que parece que la velocidad de los acontecimientos se vuelve algo lenta, esto queda inmediatamente superado con las impresionantes secuencias de violencia de gran factura que se suceden a continuación.
La película cuenta, además, con todos los ingredientes esperables del género, lo cual hace que, en algunas escenas, uno como espectador pueda prever lo que va a suceder y entusiasmarse y saborearlo de antemano (como por ejemplo en la secuencia que se desarrolla en la canchita de básquet).
Lo mejor de todo, también, es que, teniendo en cuenta los nombres que integran el reparto, cada protagonista cuenta con sus buenos minutos de lucimiento personal, y en algunos casos esto se logra con buenos toques de humor (que los hay, y bastantes) que no solo no desentonan con el tono general de la cinta sino que, por el contrario, le agregan un plus adicional que resulta muy bienvenido.
En cuanto a las actuaciones, no hay nada que decir, ya que queda todo dicho simplemente con mencionar al reparto de lujo que se reunió para la ocasión, con el gran Sylvester Stallone como Barney Ross, Jason Statham como Lee Christmas, Jet Li como Yang, Dolph Lundgren como Gunnar Jensen, Randy Couture como Toll Road, Terry Crews como Hale Caesar, Eric Roberts como Monroe, Mickey Rourke como Tool, y Steve Austin como Paine entre otros.
Por supuesto que, además, no se puede dejar de hacer una mención especial para los fantásticos cameos de Arnold Schwarzenegger como Trentch y Bruce Willis como Mr. Church quienes, a pesar de estar en pantalla solo por unos minutos, logran una escena memorable.
La película fue dirigida por el Sr. Sylvester Stallone que, sin importar lo que digan sus detractores, sigue demostrando que es un grande y que les pinta la cara a todos, en lo que respecta a la manera de hacer acción en el cine.

Calificación: 4 Renegados y medio (Muy buena. Una tremenda película de acción pura protagonizada por un reparto de estrellas que hace honor al género y que brinda todo lo que podría esperarse de ella, y aún mas. Imperdible).

Recomendaciones: Si a Ud. le gusta el buen cine de acción, vaya a verla. No se la pierda por nada. No sea nabo.
Si Ud. es de esos que andan fijándose que a los buenos nunca se le acaban las balas o que los tiros apenas los rozan y le gusta decirlo, no vaya, porque probablemente alguien lo haga callar de un castañazo (y lo bien que haría).
Si Ud. es mujer y en este momento se está preguntando si Jason Statham en alguna escena se saca la remera, bueno, lamento informarle que no. Pero igual vaya a ver la película porque está buena.
Si a Ud. es de esos imbéciles que se llena la boca ensuciando este tipo de películas y diciendo que son una garcha porque las compara, por ejemplo, con “El Origen” trate de que no lo tenga cerca porque lo emboco. Me tienen podrido.

jueves, 5 de agosto de 2010

Crítica de cine: INCEPTION (EL ORIGEN)

Lo primero que habría que decir acerca de esta película es que, si uno va pensando que es simplemente una película mas de acción o ciencia ficción, probablemente en algún momento de la trama termine algo perdido ya que su argumento, a pesar de parecer conceptualmente simple, puede llegar a volverse quizás un poco difícil de seguir (especialmente si uno tiende a distraerse fácilmente, por ejemplo, durante los diálogos largos).
Si bien durante los primeros minutos de proyección la historia se encarga de poner al espectador en situación y de explicar mas o menos como va a ser la cosa, igualmente el desarrollo de los hechos no admite distracciones si lo que se pretende es salir de la sala con una comprensión mas o menos completa de lo que se acaba de ver.
Superado ese punto, la película no defrauda en lo más mínimo y brinda todo lo que se espera de una buena cinta de ficción, surrealista y con una buena dosis de acción espectacularmente realizada y magistralmente dirigida.

Siconspins

Todo comienza cuando una especie de militar japonés se encuentra a un tipo tirado en la playa y luego de revisarlo un poco y meterle el caño de su arma en el culo para ver si estaba vivo, descubre que el fulano tenía un revolver en la cintura.
Ahí medio que se pone nervioso y le grita a otro ponja que estaba de guardia en una mansión cercana “¡¡Eeehh!! ¡Milá, acá me encontlé un tipo tilado palecido a Leonaldo Di Caplio y tiene un alma! ¿Qué hacemo?”.
-Todos tenemos almas, pol eso somos humanos ¿Qué decil?- le responde el otro ponja también gritando porque estaba medio lejos.
-¡No! No un alma ¡Un alma! - retruca el primer ponja medio nervioso.
-Si, un alma ¿Yo que dije?
-¡No, pelo no un alma de alma. Un alma de fielo. Pum Pum!

-¿Qué?
-¡¡Que tiene un levolvel pelotudo!! ¡¡Un levolvel!!
-Aaahhhhh bueno, hubiela empezado pol ahí. Tlaelo pala acá entonces.
Y ahí lo agarran al tipo y lo llevan a la rastra hasta un salón muy lujoso lleno de farolitos, frente a un japonés mas viejo que la injusticia que parece que es el capo del lugar, lo sientan a la mesa y le convidan un plato de sopa de arroz y Vitina.
-¿Quien es este occidental muelto de hamble?- pregunta el japonés viejo.
-Ni la mas pálida mi señol san, pelo tenía un alma y…
-¿Cómo que tenía un alma? ¿Y ahola ya no? ¿Estal muelto? Yo lo veo bastante vivo.
-No, no, pelo no un alma de alma. Un alma mi señol san.
-Y si, un alma. Yo también tengo alma. ¿Cuál sel la glacia? ¿Me estal faltando al lespeto? ¿Quelel molil?
-No, pol favol mi señol san. Un alma. Pum Pum. Esta – dice el oficial japonés poniendo el revolver sobre la mesa.
-Aaahhhh un alma. Ahola si – responde el ponja viejo.
-También tenel esto- continúa el oficial mientras deposita un trompito en la mesa.
Al ver esto el ponja viejo se pone tan nervioso que se atraganta feo con un arroz, se ahoga, tose y se le escapa un gas.
-Yo conocel hace mucho tiempo a un homble que también tenel tlompito igualito a este- alcanza a decir cuando se recompone y haciéndose bien el boludo.
De ahí la acción se traslada instantáneamente (como si fuera una película) al mismo salón llenos de farolitos, en donde el mismo hombre hallado en la playa hecho un zarrapastroso, llamado Dom Cobb, ahora luce impecablemente vestido y ofreciendo sus servicios junto con su socio Arthur, al Sr. Saito, un poderoso empresario japonés.
Y sus servicios son, ni mas ni menos, que los de un ladrón de guante blanco pero de características excepcionales, ya que no se dedica a robar cosas materiales, sino secretos ocultos en lo mas profundo de las mentes de sus víctimas, lo cual logra infiltrándose en ellas a través de sus sueños.
Saito se ve intrigado y entusiasmado por el ofrecimiento de Cobb, pero no piensa darle una respuesta hasta no comprobar si lo que le están ofreciendo es cierto.
-Me parece que eso no se puede hacer- dice Saito medio entrecerrando los ojos (lo cual en un japonés es algo casi impeceptible de notar) - Para mi que me están cachando.
-Ok, ya vas a ver japonés desconfiado-
le responde Cobb que no era muy diplomático y, al rato nomás, se pone en campaña para robarle a Saito un documento clasificado que guardaba en un sobre sellado guardado en una caja fuerte oculta en una pared escondida atrás de un espejo que escondía la puerta que daba a una piecita secreta.
Sin embargo, cuando ya casi casi estaba por lograr su cometido y dejarle una nota a Saito que decía “¿Viste que puedo? ¡Chiiiiva!”, el japonés lo descubre in fraganti gracias a la ayuda de Mal, la ex esposa de Cobb que anda siempre por ahí dando vueltas, dispuesta a sabotearle absolutamente todos los proyectos en los que el tipo se meta (porque, como toda ex esposa, es muy resentida).
Saito medio que se toma a mal que lo quisieran robar y se dispone a liquidar tanto a Cobb como a sus socio, pero justo en ese momento todo a su alrededor comienza a colapsar como en un terremoto porque … a que no adivinan … Siii … ¡Resulta que estaban en un sueño! y al final no estaban en una lujosa mansión en Japón, sino en un bulín medio berreta que parece que tenía el japonés escondido para tirarse canitas al aire de vez en cuando, todos dormidos conectados a una valijita que les proveía la droga que permite eso de compartir los sueños.
La joda es que afuera del bulo, había medio como una revolución popular y la monada se venía acercando tirando molotovs, rompiendo vidrieras y en tren de colgar a cualquiera que se le cruzara, por lo que a los soñadores no les quedaba mucho tiempo para despertarse, conseguir lo que necesitaban del japonés y salir a los pedos.
La macana es que Cobb estaba tan copado con el sueño y tan emperrado en sacarle el secreto a Saito que no se despertaba, por lo que, al final, en una decisión algo desesperada, viendo que el pibe seguía roncando de lo lindo y el tiempo se les terminaba, a sus socios no les queda otra que tirarlo a una bañera llena de agua.
De esta manera, Cobb finalmente logra despertar, pero queda re caliente primero porque casi se ahoga, y después porque falló en su cometido de sacarle el secreto a Saito así que, después de putear a todo el mundo, se saca mal, lo agarra al ponja y lo tira al piso gritándole que le cuente de una puta vez lo que él quiere saber o le vuela la cabeza de un cuetazo.
Saito comienza a reírse desde el suelo mientras acaricia la alfombra, se vuelve a poner de pie y les dice “Tirá nomás. No me importa, porque ya me di cuenta de que todavía estoy soñando. Los cagué. Lalala lalala” mientras hace un bailecito medio ridículo y bastante infantil.
De todas formas el poderoso empresario queda impresionado por la habilidad de Dom y su equipo para infiltrarse en los sueños así que decide aflojar y contratar sus servicios, justo en el momento en que los manifestantes que venían rompiendo todo en la calle irrumpen en la habitación y los linchan a todos.
Y ahí se despiertan, porque ahora tampoco estaban donde parecía que estaban, sino todos dormidos viajando en un tren (y cuando los matan en el sueño no se mueren de verdad sino que se despiertan).
Tiempo después, Cobb y Arthur vuelven a reunirse con Saito para arreglar el tema de los viáticos, y ver que secreto se tenían que robar y a quien, pero el jodido del japonés les sale con que no quería que el equipo se infiltre en una mente para extraer un secreto, sino que pretendía que se metan en la mente de un joven empresario de nombre Fischer, hijo y heredero del dueño de un emporio empresarial que, resulta, era su principal competidor, para plantarle una idea, hacer que prospere y de esta manera, lograr que el flaco termine haciendo lo que él quiere, o sea, que se mande alguna flor de macana con la empresa de su moribundo padre para que se venga abajo.
Arthur de inmediato salta para decir que eso es imposible de hacer y que, además, es de garca, pero enseguida Cobb lo hace callar y, luego de negociar cierto favor que deberá hacerle Saito, decide aceptar el trabajo, seguro de que existe una forma de lograrlo.
A partir de allí, entonces, Dom Cobb deberá reunir un nuevo equipo, mas completo y con integrantes que sean los mejores en lo que hacen, para así diseñar un milimétrico plan que le permita conseguir un objetivo casi imposible, lo cual no solo lo obligará a llevar su trabajo a niveles que nunca antes fueron experimentados y correr enormes riesgos sino que, además, lo forzará a enfrentar un terrible y tormentoso secreto de su pasado que, durante años, había estado manteniendo oculto.

Como dije antes, desde lo argumental, a pesar de su aparente complejidad, la película se sostiene sólidamente en todo momento, pero obligando al espectador a mantener toda su atención en cada escena y, especialmente, en cada diálogo, sobre todo al principio, ya que allí es donde se suceden las explicaciones y fundamentos de todo lo que se verá después.
Quizás ayude el tener presente ciertos aspectos de esa gran película que fue “Matrix” ya que por momentos, uno no puede evitar percibir ciertas sutiles similitudes conceptuales con ella.
En cuanto a los demás aspectos, visualmente es espectacular, con fantásticos escenarios y realmente muy bien logrados efectos que, a pesar de su magnitud, no acaparan toda la atención, sino que cumplen perfectamente su función de dar un perfecto marco para que se desarrolle una trama mas que entretenida que se sostiene con buenos diálogos y que no decae en ningún momento gracias a una buena dosis de suspenso matizada con unas muy bien realizadas escenas de acción.
En cuanto a las actuaciones Leonardo Di Caprio encarna a un sobrio Dom Cobb, eficientemente acompañado por un impecable Joseph Gordon-Levitt en el rol de su socio Arthur.
Completan el reparto Ken Watanabe como Saito, Marion Cotillard como Mal, Ellen Page como Ariadne, Tom Hardy como Eames, Cillian Murphy como Fischer, Tom Berenger como Browning, y Michael Caine como el suegro de Cobb, entre otros.
La película fue dirigida por el Sr. Christopher Nolan que ya nos ha deleitado antes con joyas como “Batman Begins” y “The Dark Knight” y que vuelve a demostrar, una vez mas, que de hacer cine sabe, y mucho.

Calificación: 4 Renegados (Muy buena. Un ambicioso, fascinante y complejo thriller surrealista que atrapa desde el primer minuto de proyección, sumergiéndonos en un mundo ¿irreal? plagado de acción y magníficamente logrado. Imperdible).

Recomendaciones: Si a Ud. le gusta el buen cine, vaya a verla. No se la pierda.
Si Ud. es de los que va al cine a distraerse y no le gusta pensar mucho, mejor no vaya. Se va a perder un peliculón, pero igual si va probablemente en algún momento se quede en pelotas porque no entiende.
Si Ud. disfrutó de “Matrix”, vaya a verla. Seguro que le gusta.

viernes, 23 de julio de 2010

Bla Bla Bla Bla

Ayer, durante la interminable hora que dura el viaje en colectivo hasta mi trabajo, con el vehículo lleno como siempre, me tocó ubicarme al lado de tres señoras que iban charlando.
Tres señoras cincuentonas, bastante maquilladas, de esas que están en plena edad de la negación del paso del tiempo y que hablan con tono alto y utilizando términos y gestos que seguramente han escuchado y visto en sus hijos adolescentes.
Señoras de esas que, probablemente, hayan conseguido un trabajo ya de grandes (casi seguro de administrativas o atención al público en alguna dependencia pública) de puro aburridas o intentando demostrar cierta independencia que las hace sentir mas jóvenes y emancipadas de su monótona vida de amas de casa.
De ese tipo de señoras eran.
Bueno, el caso es que esas tres señoras, desde que me subí hasta que me bajé (ellas siguieron viaje) no pararon de hablar. Ni un minuto.
De todo hablaron. Continuamente. Sin baches de silencio.
Empezaron hablando de sus perros, de lo que hacen y dejan de hacer, para pasar luego, no sé como, a hablar de recetas y a sacarle el cuero a cierta otra señora con la que aparentemente comparten un curso de repostería (generalmente este tipo de señora también hace cursos. Hacen cualquier cosa con tal de no estar en la casa y después poder decir que no les alcanza el tiempo), luego siguieron con chusmeríos de hijos y conocidos, y así siguieron y siguieron, un tema intrascendente tras otro, siempre muy serias y concentradas como si estuvieran discutiendo de filosofía existencial o física cuántica.

Y no comento esto, como ya se estarán imaginando, para empezar a protestar porque me resultaba terriblemente molesto ese cotorreo a esas horas de la mañana (lo cual es absolutamente cierto), sino porque, sinceramente, me resultó algo digno de admiración.

O sea, para alguien como yo, que suele hablar poco y que cuando alguien le conversa generalmente se aburre a los tres minutos, ver a personas capaces de mantener una charla sobre temas tan terriblemente aburridos durante mas de una hora, es algo poco menos que sorprendente.

Sinceramente es algo que, confieso, yo no se hacer. No puedo. No me sale.

Cuando alguien se me pone a conversar, incluso haciendo el mayor de mis esfuerzos, salvo que la conversación sea sobre algo que me resulta de verdad interesante, mi participación solo se limita a decir “Mmmhhjjmmm”, “Ajá” y por ahí un “Mirá vos” durante los primeros cinco minutos, pero luego de eso, si la cosa no mejora, ya me es imposible seguir atendiendo a lo que me están diciendo y empiezo a pensar en otra cosa esperando que mi interlocutor se calle y se vaya.
Incluso hay veces en que, si además la persona que me viene a hablar no me simpatiza demasiado (lo cual ocurre en el 85% de los casos) y encima la conversación se refiere a un chusmerío sobre otras personas (que en el 95% de los casos tampoco me simpatizan ni me interesan), directamente digo “No me interesa” o digo “Mmhhjjmm” a los tres segundos y sigo haciendo lo que estaba haciendo o, en su defecto, me pongo a hacer algo, cosa de que se note claramente que no quiero hablar.

Para mi el arte o la habilidad de sostener una conversación intrascendente o trivial por mas de diez minutos es algo que, prácticamente, roza lo misterioso.
Juro que lo he intentado, pero siempre he fracasado.
No sé como se hace. No sé como obligarme a interesarme en lo que me están diciendo, sin aburrirme y evitar que mi mente comience a divagar.

Y, pensándolo bien, empiezo a sospechar que esto tal vez tenga que ver en el hecho de que se me considere, injustamente, como alguien asqueroso o antipático.

Por eso el interrogante que me planteo ahora es ¿Soy yo solo o hay mas como yo? ¿Es mi culpa que la gente me aburra, o es culpa de la gente que es aburrida?

Espero sus palabras de sabiduría.

martes, 6 de julio de 2010

Crítica de cine: ECLIPSE


Esta es la tercera parte (si, ya hicieron tres y siguen robando) de esta pretenciosa saga basada en la pedorra novela de igual nombre que ha hecho las delicias del público femenino adolescente, y que debutó en las salas cinematográficas con aquel recordado bodrio titulado “Crepúsculo”, al cual le siguió ese otro bodrio que fue “Luna nueva” (si no las vio haga clic en los nombres y póngase al tanto) y que viene a darle continuidad a la melosa historia del triángulo amoroso surgido entre los protagonistas.
Una clásica historia romántica, con una trama mediocre y reiterativa y protagonizada por un grupo de muñecos de cera que, sin embargo, continúa siendo inexplicablemente exitosa.


Sisnopisc

La historia arranca una noche lluviosa en oscuro suburbio portuario de la ciudad de Seattle, donde un joven nativo del condado de Forks llamado Riley que nada tiene que ver con nada, anda por ahí pelotudeando cuando de repente es atacado por alguien o algo que, sin aviso, le pega un par de sopapos, una patada en el culo y después lo revolea contra una pared, para luego pegarle un mordiscón en una mano y dejarlo ahí tirado en un muelle, todo maltrecho, gritando y llorando como un mariquita porque le duele todo.
Mientras tanto, lejos de allí y totalmente ajenos a todo (especialmente a las clases de actuación), los tortolitos Bella y Edward están ahí tirados al sol en el pasto, entre los bichos colorados, haciéndose los románticos, leyendo poesía, y mirándose con esas caras de que en cualquier momento les agarra diarrea o algo, que siempre ponen cuando están juntos.
-¿Así que seguís encaprichada con que querés que te convierta en uno de nosotros pibita?- le pregunta Edward con su consabida cara de nada.
-Ay si Bubi (porque ella, en la intimidad, le dice Bubi)- responde Bella –Cuando llegue el día de mi graduación, quiero que me muerdas y me la chupes un poquito, así después te la chupo un poquito yo y así ya quedo convertida.
-No, pero mirá que no es así eh –
dice Edward pensando cualquier cosa y poniéndose medio incómodo porque es bastante nabo.
-¿Cómo que no? Vos me mordés y me chupás un poquito de sangre y después lo hago yo ¿No era así?
- Aaahhhh, la sangre … Si, si es así-
dice Edward aliviado –Pero igual sigo pensando que no es una buena idea.
-Hablando de chupar, me chupa un huevo-
dice Bella que era bastante ordinaria –Lo voy a hacer igual.
-Bueno, pero entonces creo que primero …
(intenta hacer una pausa dramática. No le sale) … primero nos tendríamos que casar – le propone Edward que es mas antiguo que el gofio.
-Aahhh eso no se, vamo' a ver- dice Bella -Una cosa es dejar de ser mortal y vivir para siempre convertida en una chupasangre sin alma, pero casarme es una decisión que tengo que pensar bien. No es algo para tomar así nomás.
Por otra parte, mientras estos dos gansos siguen sumergidos en su nube de pedos, al condado de Forks comienzan a llegar noticias de que en Seattle se han multiplicado los reportes acerca de una misteriosa serie de asesinatos, junto con inexplicables desapariciones de jóvenes.
Esto, coincidentemente con las frecuentes visiones que comienza a recibir Alice, la vampiro vidente, de la presencia cada vez mas cercana de Victoria, la vampiro pelirroja que es mas mala que la peste y que desde la primer película que viene queriendo liquidar a Edward y Bella para vengarse de que ellos le mataron al novio y se quedó sin alguien que le revuelva el estofado, hace que en el clan Cullen, que son re suspicaces, comiencen a sospechar que todo está relacionado y que un gran peligro los acecha a todos.
Debido a eso, y siempre guiados por las visiones de Alice, deciden ir a emboscar a Victoria en el bosque, pero la colorada, que será yeta pero no boluda, se les escapa a los piques y, encima, logra que en el fragor de la persecución uno de los vampiros se vaya de mambo y pise territorio de los lobos, lo cual ocasiona que se arme un flor de quilombo diplomático ya que este acto significa una flagrante violación al pacto que existe entre ambas especies de no pisarse el césped mutuamente.
Esto hace que Jacob, el lobito que sigue caliente como una pipa con Bella pero desde que se enteró de que la mina se quiere convertir en vampiro anda ofendido y no le habla, se vea obligado a confrontar a la parejita para advertirle a Edward que ojo al piojo porque la próxima vez que un vampiro se meta en el territorio de ellos se les va a armar la podrida.
De paso, además y como quien no quiere la cosa, ya que estaba ahí, también aprovechó y le alcahueteó a Bella que los Cullen le estaban ocultando que Victoria andaba cerca y con ganas de cenársela con papas.
-¡Callate perro botón! – le dice Edward intentando sin éxito poner algo parecido a una cara de enojado.
-¿Cómo?- interviene Bella medio indignada -¿Me estuviste mintiendo mampiro escondedor?
-No, oh amor mío. No te mentí- responde Edward –Simplemente no te dije la verdad. Pero lo hice porque viste que yo soy así re romántico y te quería proteger.
-Grrr Arrff Guaugrrrrr Arff Arrff– dice Jacob
-No, a mi me hablas en humano loco. Así no te entiendo un pomo– le dice Bella
-Perdón, no me di cuenta – responde Jacob – Decía que si, que te mintió. Y para mí que fue a propósito. Yo que vos me voy conmigo a dar una vuelta en moto.
-Bueno, dale-
dice Bella que es bastante rapidita y, sin pensarlo demasiado, se sube a la moto y se va con el lobito, dejándolo al vampiro ahí de garpe y con cara de boludo con fiebre.
Al rato, así alejados y sin nadie que los moleste, mientras caminaban y charlaban de bueyes perdidos, Jacob decide finalmente confesarle a Bella el profundo amor que siente por ella, y para demostrárselo, se le prende en una pierna y empieza a refregarse.
-¡No! ¡Cucha! ¡Fuera! – grita Bella dándole golpes con un diario enrollado.
-Uy disculpá. Es que no puedo mas piba – dice Jake medio jadeando –Estoy podrido de verte con el mamerto ese. Yo te quiero mas. Venite conmigo venite.
-No puedo, yo estoy comprometida con el mamert …ejem .. con Edward.
-¿Seguro? ¿No lo querés pensar?-
dice Jacob mientras se saca la remera y se queda en cueros moviendo los pectorales.
-Si, seguro- le dice Bella mientras le chorrea baba por las comisuras y siente que se le incendia la cachucha -Además, vos sabes que lo nuestro no puede ser porque yo no siento lo mismo por vos. Aparte cuando me gradúe me voy a convertir en una de ellos y ahí vos seguro me vas a querer matar.
-¿Cómo que te vas a convertir en una de ellos después que te gradúes?-
dice Jacob indignado.
-Si ¿No te acordás de la película pasada? Dentro de poco tiempo voy a ser mampiro para poder estar para siempre con el Edu – confirma Bella haciéndose la importante.
-¡¡Puta!! – grita Jacob re sacado y con cara de odio
-¿Como?- dice Bella simulando estar ofendida
-No, digo… ¡Puta que falta poco! Como pasa el tiempo.
Mientras tanto, en Seattle, Riley, aquel joven que fue atacado cuando empezó la película, ahora ya convertido en un vampiro bastante malencarado, víctima de los engaños y manipulaciones de la vengativa Victoria, se la pasa mordisqueando gente y convirtiéndolos en nuevos vampiros con el fin de formar un ejército de recién nacidos con el objetivo de invadir Forks para buscar a Bella y hacerla sonar junto con el trolo de su novio.
Afortunadamente esto también es advertido por Alice en una de sus visiones (la verdad que si no fuera por esta piba ya serían todos boleta), por lo que junto con su familia y sabiendo que son los únicos capaces de combatir a Victoria y su ejercito de neófitos deciden prepararse (entrenan como diez minutos) para ir al frente y evitar que logre su cometido.
Sin embargo, conscientes de que la naturaleza de los recién nacidos es mucho mas salvaje que la de los vampiros mas viejos que están mas domesticados y que, además, también son físicamente mas fuertes porque se alimentan de sangre humana (al contrario de ellos que son “vegetarianos” y solo cazan animales ¿?), los miembros del clan Cullen saben que por mas guapos que sean la cosa se les podría complicar bastante, por lo que, aunque les pese, no les queda mas remedio que solicitar la ayuda del clan de los lobos.
A partir de ese momento, unidos en la misión de salvar a la insulsa Bella de una muerte segura, ambas especies, enemigas desde hace cientos de años, acuerdan dejar de lado su guerra y declarar una tregua para combatir juntos esta nueva amenaza.


La película, argumentalmente no ofrece nada nuevo a la historia, y no pasa de ser una mera continuación de la anterior y un necesario nexo anticipatorio del capítulo final (que, aparentemente, será doble. Como si hiciera falta, encima lo hacen doble).
Mas allá de eso, continúa siendo el mismo remanido, liviano y sobreedulcorado cuentito de amor para quinceañeras románticas que todavía creen en el amor mágico y todas esas cursilerías, que, al igual que en sus predecesoras, en esta película abundan.
La historia se desarrolla con un ritmo irregular, y si bien puede decirse que es apenas un poco mas entretenida que las anteriores merced a los flashbacks en los que se va conociendo los orígenes de algunos miembros del clan Cullen, aún mantiene esa falta de profundidad y esa notable carencia en la composición final de los personajes, que se apoyan en un guión tirando a penoso, con diálogos tan pobremente elaborados y tan obvios, que por momentos dan ganas de tirarle un zapato a la pantalla.
Las secuencias de acción, que podrían salvar las papas, son escasas y, con excepción del enfrentamiento entre vampiros y lobos que es medianamente aceptable, no logran impactar en ningún momento, ni siquiera con la adición de esos efectos especiales de dos pesos con cincuenta tanto les gusta utilizar (la conversión de los lobos sigue siendo un chiste. Cuando los indios se convierten en lobos automáticamente se ven volar los pedazos de ropa, pero cuando vuelven a su forma humana todos están de bermudas, menos la loba hembra que está de mini short y musculosa. Además en algunas tomas los lobos tienen el tamaño de perros grandes mientras que en otras son gigantescos. Ni eso se cuidaron de hacer bien).
En cuanto a las actuaciones, se mantiene la mayoría del elenco protagonista de las entregas anteriores, con la pareja principal conformada por Kristen Stewart como Bella Swan que insiste con sobreactuar cada gesto y que ya está mas pálida que cualquiera de los vampiros, y el madero Robert Pattinson en el rol del vampiro emo Edward Cullen que sigue siendo tan expresivo como un muñeco playmobil y que, a juzgar por sus gestos, aparentemente sigue sin poder ir de cuerpo. Pobre pibe, es de cartón. No pega una expresión ni de casualidad.
Junto a ellos, el tercero en discordia, sigue siendo el bien alimentado Taylor Lautner como Jacob Black, el indio hijo de puta que se la pasa sin camisa para avergonzarnos al resto de los tipos que estamos en la sala.
Completan el reparto Brice Dallas Howard como la colorada Victoria (el único cambio respecto de las anteriores), Ashley Greene como Alice Cullen, Jackson Rathbone como Jasper Cullen (que ahora por lo menos habla, aunque sigue con esa cara de comilón de siempre), Kellan Lutz como Emmet Cullen, Nikki Reed como Rosalie, Peter Fascinelli como Carlisle Cullen, Xavier Samuel como Riley, Billy Burke como Charlie Swan, y Dakota Fanning como Jane (que sigue haciendo dos escenas por película para pagar el LCD que sacó en 50 cuotas para ver el Mundial).
La película fue dirigida por David Slade que cuenta en su haber con trabajos como “30 días de oscuridad” y “Hard Candy” y que para este caso declaró que solo se limitó a “filmar lo que decía el libro” como sacándose de encima el bodrio que le tocó hacer.

Calificación: 2 Renegados y medio (Regular, aunque un poco mas aceptable que las anteriores. No pasa de ser la continuación de esta historia que sigue siendo igual de pretenciosa, ofreciendo un producto liviano, empalagoso y destinado únicamente al público adolescente femenino).

Recomendaciones: Si Ud. es mujer vaya. Así de simple. Seguro que estas pavadas le gustan.
Si Ud. es hombre no vaya. Es una película para minas. Si va para quedar bien con la patrona, bue, que se le va a hacer.
Si Ud. piensa que esta es una película de vampiros y hombres lobo seria, no vaya. Estos de serios no tienen nada.
Si Ud. es el profesor de teatro de Robert Pattinson se debe querer matar ¿No?