jueves, 26 de noviembre de 2009

Crítica de cine: LUNA NUEVA

Como sabrán, y si no lo saben les cuento, esta es la continuación de “Crepúsculo”, aquella recordada paparruchada romántica que se estrenó a fines del año pasado, y que hizo las delicias de cuanta adolescente hormonalmente desequilibrada andaba por las cercanías de las salas cinematográficas.
Fue gracias a eso, y a una muy bien montada campaña de marketing destinada a un público decididamente adolescente, que esta mediocre tirando a mala saga hoy termina por transformarse en un verdadero suceso que cuenta, incluso, con seguidores tan acérrimos que son capaces de pegarte un bife si les hablás mal de sus adorados vampiritos.
Por si no vieron aquella primer entrega, y a fin de que no se queden en pelotas y sin saber de que se trata, pueden hacer clic acá … no, mejor acá … no, no, tampoco …. Acá. Si, ahí si, y leer la crítica que con tanto cariño realicé en aquel momento.
De esta manera ustedes se actualizan en como viene la historia y, de paso, yo me ahorro el engorroso trabajo de tener que hacer una reseña de la misma.
Dicho esto, pasemos a lo que nos compete:


Sinocsi

En esta oportunidad, la historia inicia el día del cumpleaños de Bella quien, como había estado soñando que se convertía en una vieja chota y se daba cuenta de que iba a quedar medio mal seguir andando con un pibe que se seguía viendo como de veinte años (porque Edward es vampiro y, como todos saben, los vampiros no envejecen), andaba así medio amargada, poniendo cara de culo cuando alguno la saludaba, y dejando bien en claro que no tenía ni la mas mínima intención de festejar ni de soplar la vela.
Sin embargo, a su muy entusiasta cuñada vampira Alice, esto no le importó un pomo y, sin que Bella lo supiese y de puro metida nomás, esa misma noche le organizó una fiesta sorpresa ahí en la casa de los Cullen, su familia política vampira.
A Bella medio que no le gustó mucho la sorpresita, pero como ya estaba ahí, estaba exageradamente caliente con el paparulo de Edward y quería estar con él y, además, iba a quedar muy mal si se iba a la mierda, intentó ponerle algo de onda.
Todo marchaba normalmente como en cualquier fiesta, con saludos de compromiso, regalos, sanguichitos de miga, chistes verdes y fotos, cuando de repente, al intentar desenvolver uno de los obsequios, la mamerta de Bella va y se corta un dedo con el papel.
“Uh” dice Bella “Dicen que si te cortás con papel te morís jejeje”, y cuando levanta la vista para ver quien se estaba riendo por su ocurrencia, se aviva de que está sangrando en una casa llena de vampiros que, de repente, la habían empezado a mirar como si fuera un pollo al spiedo; en especial el trolazo de Jasper que ya se empezaba a relamer mientras se ponía una servilleta en el cuello (Por si no lo recuerdan, este pibe fue el último del clan convertido en vampiro y todavía no está del todo domesticado. O algo así. O sino es el mas comilón. No se. No me acuerdo).
“¡¡No, no!! ¡¡No es sangre!! ¡¡Es ketchup!! ¡¡Es ketchup!!” grita Bella medio nerviosa y creyendo que los Cullen, además de vampiros son boludos pero, por desgracia, ya es tarde, porque Jasper se pone como loca y al grito de “¡¡¡¡¡¡Comiiiiiiiiidaaaaaaa!!!!!” se arroja sobre la joven con intenciones de cenársela de una chupada ahí mismo.
Afortunadamente, Edward, que estaba ahí cerca comiendo unos chizitos y poniendo sus consabidas caras de constipado, logra interponerse entre ellos, y medio a los sopapos evita que su novia termine siendo el plato del día.
La situación no pasa a mayores salvo por el hecho de que la fiesta termina arruinada, quedaron todos medio molestos, Jasper se fue llorando a su habitación sin cenar, la casa quedó hecha un desastre, sobró un montón de comida y gaseosa y, además, a Edward le cayó la ficha de que para Bella es demasiado peligroso seguir andando con él y su familia.
Debido a esto, y también a que en el pueblo ya se habían empezado a avivar de que en la familia Cullen nadie envejecía, aún a pesar de que lo desgarraba por dentro (o lo tapaba, a juzgar por las caras que pone), Edward se ve forzado a tomar la drástica decisión de tomarse el palo junto con los suyos.
Al otro día entonces, lleva a Bella al bosque y muy serio le dice “Estuve pensando en nosotros y tengo que decirte algo pebeta”.
“Mira si te sentís mal porque no me hiciste ni un regalito pedorro, siendo que tu familia está podrida en guita, no te preocupes. Yo no soy materialista. Y tampoco pienso que seas un flor de amarrete. Quedate tranquilo” responde Bella
“No, no es eso. Es algo mucho mas importante” dice Edward haciéndose el dramático.
“Ya se. No me digas nada. Te la comés ¿No? Bueno, ya algo me imaginaba. Sos demasiado pulcro y además se nota que te pintás los labios. Además hace bastante que estamos curtiendo y todavía no me tocaste ni una teta. Y bue, … No, si yo tengo una puntería para los tipos” dice Bella meneando la cabeza.
“No, no, nada que ver. No es eso. Además yo no me pinto los labios” responde Edward pasándose disimuladamente la mano por la boca “Dejame hablar ¿Queres? La cosa es que……. creo que lo nuestro no va mas piba” dice Edward sin que se le mueva un músculo de la cara “Por eso me voy del pueblo junto con mi familia”.
“¿¿Qué?? ¿Es por lo de la fiesta? Loco yo no tengo la culpa de ser apetitosa. Además me corté sin querer. No fue a propósito. Al final no te bancas una man. Yo te banco todo y vos a la primera te querés rajar. Me parece que estas exagerando. ¿Qué te pasa? ¿Ya no me querés mas?" le dice Bella con cara de circunstancia y el culo fruncido.
“Y …. No, la verdad que no. Ya fue. No sos vos, soy yo. Vos te mereces algo mejor. Yo no fui. Es lo mejor para los dos. Necesito espacio. Estoy confundido. Esto no es lo que parece. Mejor seamos amigos. Ea ea pepé. Se acabo, se finí, tufi memé” dice Edward intentando sin éxito lograr alguna expresión significativa con su rostro.
“Pe..pero ¿Vos me estás jodiendo?” gime Bella entre compungida y furiosa.
“No. Para nada. Es así. Lo único que antes de irme tengo que pedirte una cosa” dice Edward.
“Ah si claro. ¡El señorito encima tiene demandas! A ver ¿Que querés?” dice Bella cruzándose de brazos y moviendo la patita contra el suelo.
“Te pido por favor que me prometas que no vas a hacer ninguna locura” dice Edward haciéndose el romántico.
“¡¡AAAhhhh pero miralo vos la facha!! ¿Pero qué te pensas nene? ¿¿Que porque te vas y me colgás la galleta yo me voy a volver loca, voy a tener pesadillas, voy a ser mas amargada que de costumbre y que voy a andar haciendo cualquier cosa solo porque no soporto el dolor de perderte?? ¡Pero por favor! ¿¿A quien te comiste pibito??" dice Bella haciendo ademanes exagerados y sin poder disimular que ya está llorando como una boluda.
“Bueno, me alegro que nos entendamos. Hasta chau” dice Edward. Le da un beso en la frente y se va.
“¡¡Nonono!! ¡¡¡¡Vení para acá mampiro cagador!!!!" grita Bella que seguía sin hablar bien “¡¡No te vayás!!".
Pero ya es tarde. Edward desaparece como por arte de efectos especiales.
Bella, con el corazón roto y la chucha caliente, se echa a correr por el bosque intentando encontrar a su amado e inexpresivo inmortal, pero es en vano.
Finalmente, vencida por el cansancio, cae rendida al lado de un tronco y encima de una cagada de venado.
En un suspiro dice “Mampiro hijo de pu …" y se duerme, ahí mismo en medio del bosque.
A partir de ese día, Bella cae en un profundo estado de depresión.
Se vuelve mas huraña que de costumbre, no come, no duerme, no se baña, no se peina, y encima, tiene unas pesadillas terribles que hacen que se ponga a gritar como una desquiciada todas las noches.
Ante esta situación, su padre, que ya tenia las pelotas por el piso, la amenaza con mandarla a vivir con la loca de la madre, por lo que Bella, que no quiere abandonar el pueblo porque alberga la esperanza de que el ganso de Edward pueda llegar a volver, para evitarlo se hace la que está todo bien, que ya pasó, y para demostrarlo accede a salir a la noche con una de sus amigas.
Es en esa salida cuando, al enfrentar una situación riesgosa, Bella ve una imagen así medio fantasmagórica de su amado Edward que re vigilante le dice “Prometiste que no ibas a hacer locuras” antes de desvanecerse en el aire.
“¡Agarrame éssta vos, garca!” es lo primero que le surge decir a la joven, pero poco después, luego de barajar varias hipótesis y descartar que la aparición haya sido producto de los vinos que se había tomado antes de salir, se da cuenta de que el Edu se le aparece cada vez que ella está medio por mandarse una cagada que le sube a full la adrenalina.
“¡¡¡Uhhh estoy re loca!!!” se dice la joven a si misma pero, desesperada y alzada como está, no puede evitar empezar a buscar ponerse en situaciones de peligro, incluso aunque estas representen un riesgo para su vida, únicamente para satisfacer su gran deseo de sentir a Edward cerca suyo otra vez.
De entre todas las cosas que hace (después del curso de domadora de leones, el paseo por Fuerte Apache a las once de la noche, en tanga y agitando un billete de $100, y el arrojarse por las Cataratas del Iguazú adentro de un barril) es ir a Warnes y chorearse un par de motos medio hechas bolsa de un desarmadero, para pedirle luego a su viejo amigo indio Jacob (que está mas grande y se ve que se estuvo papeando de lo lindo), que la ayude a arreglarlas para después salir a hacer willys por ahí.
Esto hace muy feliz a Jacob que, como quedó claro en la película anterior, está mas que caliente con Bella y no ve el momento de poder darse el gusto de pegarle unas buenas sacudidas.
Gracias a esta nueva tarea, la relación entre ellos se vuelve aún mas estrecha, y Jacob pasa a ser un gran consuelo para Bella (sobre todo porque cuando lo vió en cueros casi se le incendia la chuchi de la calentura que le agarró, al igual que a todas las espectadoras de la sala), ayudándola a recuperar poco a poco la normalidad de su vida.
Lo que la joven aún no sabe es que el bueno de Jacob, así como se lo ve con esa carita de nene, lleva en su sangre el gen de la licantropía, el cual, llegado el momento, lo forzará a juntarse con otros como él para convertirse en una manda de enormes y sanguinarios lobos cuya misión es la de destruir a los vampiros que, rompiendo el pacto sellado por ambas especies hace siglos, intenten lastimar a algún ser humano.
No obstante, y a pesar de esta incipiente nueva relación semi romántica con Jacob, Bella continúa obsesionada con percibir la imagen de Edward, por lo que en una de sus locas búsquedas de adrenalina, no tiene mejor idea que mandarse un clavado al río desde un acantilado.
Este suceso, provoca que Alice (la cuñada vampiro), reciba a la distancia la visión (porque es algo así como una vidente. También es astróloga y por $20 te tira las cartas) de que Bella ha decidido suicidarse (se ve que, como vidente, la vampiro es bastante poco confiabe) y en lugar de callarse la boca, va y se lo cuenta a Edward.
El muchacho entonces se pone como loco, y luego de golpearse repetidamente su escuálido pechito de púber lampiño al grito de “¡Es por mi culpa! ¡Por mi culpa! ¡Por mi gran culpa!” toma la radical decisión de terminar con su vida él también.
Para esto, no va a clavarse una estaca en el corazón o sentarse sobre ella, ni a comerse una ristra de ajo, ni a ponerse al rayo del sol (además estos vampiros no se mueren si se exponen al sol sino que brillan. No pueden ser mas gay), sino que lo hará entregándose a los Volturi, una especie de realeza ancestral, poderosa y bastante afeminada de la raza de los vampiros, que condenan a muerte a cualquiera de ellos que se exponga en público, ya que el romper su anonimato, hace peligrar la existencia misma de su especie.
Ante esta situación, Alice decide volver al condado de Forks para cerciorarse de que lo que vió en su visión es correcto, pero al llegar se da cuenta de que la pifió feo ya que Bella está ahí en la casa lo mas campante.
Allí entonces le cuenta a Bella lo que Edward está a punto de hacer, por lo que la joven debe decidir entre dejar todo atrás y arriesgarlo todo, incluso su entrañable y casi romántica relación con el pobre de Jacob (que otra vez se queda sin ponerla) para intentar llegar hasta su amado a tiempo y evitar así que cumpla con su fatal destino, o seguir como está y arriesgarse a ser la mamá de una camada de adorables y sanguinarios lobitos.


La película no presenta demasiados cambios con respecto a lo que fue la anterior, y sigue siendo un producto pensado casi exclusivamente para ese público adolescente y mayoritariamente femenino que aún cree en los cuentos de hadas y el amor trágico.
El guión sigue siendo predecible, empalagoso y cursi, lleno de frases relamidas puestas ahí para que al ser pronunciadas por el grasa del protagonista todas las espectadoras pelotudas hagan “Aaahhhhhhhhhh” (cosa que hicieron en cada oportunidad, aunque cueste creerlo).
El ritmo de los acontecimientos es lento, y por momentos se hace demasiado denso, lo cual, al final, da la sensación de que todo es innecesariamente mas largo de lo que parece.
Los momentos de acción son escasos y no aportan nada destacable, producto esto quizás de la mediocre factura de unos efectos especiales que realmente no muestran nada que no se haya visto antes y de una banda sonora que no se esmera en salir de lo habitual.
Una vez mas, al igual que en la anterior, los ribetes sobrenaturales de la historia (quizás lo único interesante del asunto) se ven tristemente desperdiciados con licencias completamente arbitrarias (una vez mas los vampiros brillantina, pero ahora acompañados por los hombres lobo de conversión automática), desaprovechando así el único punto relevante que podría tener esta producción y restándole, además, una cierta cuota de realismo que hubiera sido realmente muy bienvenida.
En cuanto a las actuaciones, se repite el elenco de la primer parte casi en su totalidad.
La pareja protagónica está compuesta por Kristen Stewart como la afligida Bella Swan, que a pesar de que por momentos muestra cierta exageración en los gestos, logra un trabajo convincente; y el siempre inexpresivo Robert Pasttinson como Edward Cullen, el vampiro con tránsito lento, que sigue demostrando que actúa con la gracia de una ojota y la ductilidad de un ladrillo.
Junto a ellos están Taylor Lautner como el indio patova Jacob Black, cuya labor opaca la mayor parte del tiempo a la de Pattinson (además el pibe se la bancó como machito y para sacar abdominales se mató en el gimnasio. No como el otro maraca, que se los tuvieron que pintar), Ashley Greene como Alice Cullen, Peter Facinelli como el Dr. Carlisle Cullen, Dakota Fanning como Jane (que supongo que por lo que dura su participación, debe estar debiendo algunas cuotas de algo y necesitaba unos mangos), Michael Sheen como Aro, y todos los otros.
La película fue dirigida por Chris Weitz quien cuenta en su haber con trabajos tales como “American Pie: La boda” y “La brújula dorada” y que en este caso hizo lo que pudo con una historia que sigue siendo demasiado pretenciosa para lo que termina ofreciendo.

Calificación: 2 Renegados y medio (Regular. La continuación de esta marketinera y edulcorada historia de amor sobrenatural que, al igual que la anterior, insinúa mas de lo que ofrece. Un guión pobre y unas actuaciones poco destacables, en un producto destinado ciento por ciento al público femenino adolescente).

Recomendaciones: Si Ud. es una romántica incurable y todavía sueña con encontrar a su príncipe azul, vaya a ver esta película que seguro le va a encantar.
Si Ud. es hombre y va para acompañar a su mujer, novia, amiga y/o amante, primero, que por ahí se aburre, y segundo, créame que se va a hacer mucha mala sangre cuando aparezca el indio en cueros y vea a su acompañante atragantarse con su propia baba.
Si Ud. es una de las espectadoras que cuando el mamerto de Edward dice la frase cursi esa de “Solo con respirar me das todo lo que necesito” o algo así, hace “Aaaaaahhhhhhhhhhhhhhhh” en voz alta, déjeme decirle es es Ud. una pelotuda.
Si Ud. es la señorita que estaba sentada detrás mío, y que cuando Bella y el indio se estban por besar decía “¡No no no no no!” también en voz alta, déjeme decirle que es Ud. mucho mas pelotuda que las anteriores.

martes, 24 de noviembre de 2009

Si la mentira tiene patas cortas, este camina con la cintura

Basándonos en las recientes declaraciones del impresentable Jefe de Gabinete, mitómano patológico, y defensor de lo indefendible, Aníbal Fernández, con relación a la aparición de un video y fotografías que prueban la presencia del, según sus propias palabras, “mequetrefe de alquiler”, el venezolano Guido Antonini Wilson en la Casa Rosada, apenas dos días después de intentar ingresar ilegalmente al país una valija con 800.000 dólares de dudosa procedencia, y teniendo en cuenta que, aún a pesar de que las pruebas son evidentes el tipo insiste en que “habría que ver si el video es verdadero” o “no me consta de que el de la imagen sea Antonini”, el Departamento de Investigaciones Futuristas de Esquivando el Éxito, está en condiciones de adelantar, en exclusiva, cuales serán las próximas afirmaciones de este repugnante personaje:


“La gestión de la Presidenta Fernández de Kirchner es absolutamente transparente. En conjunto con la anterior gestión del ex Presidente Néstor Kirchner, han conformado los dos gobiernos mas honestos de la historia argentina. Cualquiera que diga lo contrario está faltando a la verdad y está diciendo estupideces. Todos los rumores de sobreprecios en la obra pública, compra de voluntades, robos descarados, manejo de la justicia, fraudes y corrupción flagrante, no son mas que viles operaciones impulsadas por sectores opositores y el grupo Clarín, en un afán desesperado por detener el imparable crecimiento que estamos llevando adelante. ¡¡Por favor infórmense bien antes de hablar!!”.


"La belleza de la Presidenta Cristina Kirchner es absolutamente natural. Cualquiera que insinúe lo contrario está diciendo paparruchadas. La Sra. Presidenta jamás se realizó una aplicación de bótox, ni un estiramiento de piel, ni se aplica extensiones de cabello. Si hasta apenas se maquilla. ¡¡Pero por favor!! Dejen de atacar gratuitamente con argumentos que no resisten el menor análisis y hacerle el juego al grupo Clarín".


"¡En el país no hay inseguridad! ¡Por favor! ¿Quién le dijo eso? Miren, estamos viviendo en un oasis de tranqulidad como nunca se vivió en la Argentina señores. Dejen de reclamar por reclamar. Hoy se puede salir a la calle a cualquier hora con absoluta normalidad y sabiendo que se está se gu ro. Les pido que no se hagan eco de las falacias propagadas por aquellos que pretenden sembrar el miedo, como el grupo Clarín. Yo les aseguro que la Argentina es el país mas seguro de la Tierra, y eso se lo puede confirmar cualquiera”.


“El Sol, no es es centro del sistema solar. Eso es una paparruchada lanzada por el grupo Clarín y la Nasa que son organizaciones funcionales al Imperio. El Sol gira alrededor de la Tierra y esto es un hecho. ¡¡Por favor dejen de inventar afirmaciones que confunden a la gente!! ¿Galileo? ¿¿Pero quien es Galileo?? El Sr.Galileo nunca trabajó y no tiene autoridad moral para hablar de estas cosas ¡¡Por favor!! ¡¡Seamos serios!!”.


"No, el Pato Donald NO es un pato. Eso es una falacia y una estupidez. Esas son versiones del grupo Clarín que buscan desviar la atención de los temas que realmente le importan a la gente. El pato es el perro Pluto y basta señores. Dejen de buscar contradicciones donde no las hay. ¿Walt Disney? ¿Quién lo conoce a Walt Disney? ¿Quién es? ¿Que hizo? ¿Con que autoridad opina de estos temas? ¡¡Pero por favor!!”.


"Yo no tengo bigote. ¿Quien le dijo eso? ¿De donde sacan esas cosas? ¡¡Pero por favor!! Eso es ridículo. Basta de inventar cosas y de tratar de desestabilizar. Esas versiones del grupo Clarín únicamente pretenden desviar la atención pública de los temas que los involucran directamente y así atacar a aquellos que integramos el mejor gobierno de la historia de la humanidad. Yo les aseguro, señores, sin temor a equivocarme y con total confianza en lo que digo, que eso de que yo tengo bigote es completa y absolutamente falso”.



Seguiremos informando (si no nos morimos del asco).

viernes, 20 de noviembre de 2009

Hoy no hay pregunta...

Si, no lloren.

Yo se que les encanta esto de responder a las preguntas de los viernes.
Les apasiona. Esperan toda la semana con impaciencia, mordiéndose los codos, caminando de un lado a otro como leones enjaulados, esperando el sagrado momento en que el interrogante aparece publicado, para por fin poder arrojarse violentamente sobre sus teclados en un afán de ser los primeros en responder y así, como siempre, sentirse partícipes de este sitio al que tanto aman.

Estoy conciente de todo eso. En serio. Lo vivo cada vez que se me ocurre revisar las estadísticas y veo la cantidad de visitas, y, claro, sobre todo, lo noto en la cantidad de comentarios.
Es obvio que comentar acá es algo que está entre las cinco prioridades principales de sus vidas.

Pero bueno, hoy vamos a tener que dejar eso un poquito de lado.

Esta vez, a falta de preguntas, les traigo, nada mas y nada menos que sabiduría.

Lo que sucede es que hoy, mientras venía hacia el trabajo, al ver una imagen, una simple imagen, tuve un momento de lucidez pura, una epifanía, una revelación, y no puedo no compartirla con ustedes (Los sabios iluminados somos así. Es como una obligación que tenemos para con las personas normales. O "duritos" como les decimos cariñosamente).

Solo espero que sus mentes estén lo suficientemente preparadas como para recibir la claridad suprema de esta afirmación.

Ahí va:

El salchichón se llama así porque parece una salchicha muy grande.


Nada mas.

Tómense unos segundos para recuperarse y luego vuelvan a sus vidas normalmente. Si pueden.

Que tengan un revelador fin de semana.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Parece mentira...

Pero jodiendo jodiendo, así casi sin querer y contra todos los pronósticos, en el día de la fecha, este humilde e ignoto sitio, este casi desconocido rincón del universo virtual, este insignificante espacio de escasa convocatoria y aún mas escaso éxito, está cumpliendo su tercer año de existencia.

Si. Tres años ya.

Quien lo diría.

Tres largos años.

En fin ...

No hay mucho mas para decir.

Simplemente muchísimas gracias a todos los que durante estos años se han tomado la molestia de dedicar unos minutos de su valioso tiempo para pasar por aquí y leer las boludeces que escribo.

De verdad... Gracias.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Pregunta hipotética que no pretende hacer apología de nada y que conste en actas

Hay momentos (generalmente cuando estoy medio al gas y aburrido), en los que se me da por imaginar situaciones medio retorcidas que suelen terminar con una pregunta que, en un primer momento parece tener una respuesta no demasiado complicada, pero que, luego, a medida que se va meditando, es como que se le encuentra alguna vuelta que hace que al final no me quede tan seguro de mi respuesta.

¿Se entiende? ¿No?

Bueno, paso a desarrollar un ejemplo par ver si son capaces de responder, o si realmente estas cosas se me ocurren solo a mi y ya va siendo tiempo de que me preocupe y empiece a hacer terapia.

La cosa sería así:

Ponele que un día cualquiera, se te aparece Dios (es un suponer, no creo que Dios ande haciendo estas cosas pero estamos suponiendo) y te dice "¡¡Felicitaciones miserable mortal!! Hicimos un sorteo en las dimensiones superiores y resultaste ser el feliz ganador del premio "Date el gusto que yo miro para otro lado", el cual consiste en lo siguiente:..."
Ahí Dios se corre un poco la túnica (digo yo, supongo que debe usar túnica. No me lo imagino con jeans o una bermuda floreada. Aunque es Dios. ÉL podría usar cualquier cosa. Bueno, no se ...) y saca tres sobres y los despliega en forma de abanico.
"Acá tengo tres sobres" dice Dios "Cada uno de ellos contiene un deseo que tu debes elegir y yo te concederé libre de toda culpa. O sea, te sale gratis. Cualquiera que elijas, lo hacés realidad y no va a tu legajo (si, porque allá tenés un legajo, sabelo)".
"Pero hay algo mas" continúa diciendo Dios con ademanes de conductor de programa de juegos "No tendrás que adivinar el contenido de los sobres. YO te los voy a decir. Y una vez que los conozcas podrás optar por elegir uno de ellos o ninguno. La decisión será únicamente tuya. y recuerda, miserable y querido hijo, que YO no te voy a juzgar por esta vez. ¿Se entiende o te hago un dibujo?".

"Entiendo" responden ustedes (porque quisiera creer que está bastante claro como es el asunto. Sino, bueno, lean de nuevo. Que se yo. Yo no soy su maestro, tutor o encargado).

"¡Fantástico!" dice Dios entusiasmado "Prestá atención:..."

El sobre número 1 contiene 24 horas de lujuria con la o las personas que elijas. Cualquier persona de cualquier sexo, para cumplir todas tus fantasías (incluso esas que jamás vas a confesar y que YO conozco porque YO lo se todo, degenerado).
Eso si, este deseo no tiene garantía de confidencialidad. Esto quiere decir que, una vez consumado, si a MI se me ocurre, agarro y hago que todo el mundo se entere de lo que hiciste, con quien y como. Incluso esas personas que no te gustaría que lo supieran.

El sobre número 2 te permite viajar atrás en el tiempo y realizar un cambio en tu vida. Cualquiera. El que elijas. Pero solo uno.
Eso si, no existe ninguna garantía de que esa modificación logre que, al regresar, tu vida sea mejor. Incluso existe el riesgo cierto de que, por el contrario, hagas que todo sea mucho peor, ya que es imposible preveer las consecuencias que ocasione ese cambio.
Además, una vez realizado, el resultado será inmodificable, es decir que, aunque te arrepientas, nunca jamás podrás volver a tu antigua vida.

Por último, el sobre número 3 te ofrece la posibilidad de asesinar a una persona. Solo una, pero cualquiera que elijas y de la forma que prefieras, garantizándote que nadie jamás sabrá tu identidad.
Eso si, nunca podrás olvidar lo que hiciste mientras vivas.

Y eso es todo. Ahora la elección es tuya" concluye Dios mientras flamea los sobres arqueando las cejas.

Entonces, obviamente, la pregunta en cuestión es:


¿Que sobre elijirían?

Por supuesto que la respuesta debe ir acompañada de los detalles del caso. Sino no vale.

Y no es que quiera meterles presión, pero Dios lee este blog y los está mirando.
Me dijo que si no responden ya van a ver.

No se. Yo digo lo que me dijo nomás.

Ahí se los dejo. Buen fin de semana.

martes, 10 de noviembre de 2009

Hambre de sábado por la noche

El sábado fue un día bastante… a ver …. como podría decirlo par que no suene mal ….. choto. Ahí está: choto.

Para empezar, no pude asistir a un gran evento al que estaba invitado.
Un evento que, sin exagerar, podría calificarse de histórico; un evento de una magnitud y una trascendencia tal, que difícilmente pueda definirse con palabras, y, lo que es peor, un evento en el que había comida, detalle fundamental que hizo que mi angustia fuera aún peor y anduviera con el ánimo mas o menos al nivel de los callos durante buena parte de la jornada.
A pesar de ello, sin embargo, y haciendo gala de una entereza que solo los hombres como yo poseemos (hombres muy muy hombres, casi salvajes, primitivamente masculinos diría), en lugar de quedarme llorando en casa decidí aprovechar el tiempo y liquidar algunos asuntos que tenía pendientes.
Por eso, luego de evaluar mis prioridades, me decidí por lo mas urgente y agarré y me fui a la peluquería para arreglarme un poco las chuzas, porque ya tenía el marote como un nido de caranchos y me estaba volviendo loca.
Por desgracia, mi coiffeur o no estaba en uno de sus días mas inspirados o no entendió muy bien mi precisas instrucciones porque me cortó … a ver, como lo digo para que quede bien y no decir choto de nuevo y quedar como un ordinario….. bueno, me cortó como el ojete, lo cual, en un tipo con un atractivo físico tan imponente como el mío, equivale directamente a cometer una herejía.
Gracias a eso, ahora y hasta que la naturaleza haga su trabajo, debo tolerar ir por la vida con un corte de pelo que me deja simplemente muy lindo, en lugar de ser arrolladoramente hermoso como estoy acostumbrado.

La verdad, un horror.

Así y todo, y como no soy de los que escarmientan fácil, esto no me detuvo y, decidido a salvar el día, llegada la noche no se me ocurrió mejor idea que proponerle a mi mujer de ir a pasear a la Feria de las Colectividades, un evento que se realiza todos los años por estas fechas y que, afortunadamente, se hace en una plaza que queda a cinco cuadras de mi casa.
Lo lindo de esa Feria (bah, lindo … lo único interesante) no es precisamente el hecho de que haya artesanías ni gente disfrazada con trajes típicos (eso es para las viejas), sino que cuenta con sendos stands con comidas y bebidas típicas de cada región y/o/u país, lo cual es una de las cosas que mas me gusta poder disfrutar (De hecho si alguien me diera a elegir el trabajo de mis sueños, este sería algo parecido a lo que hace Anthony Bourdain en su programa “Sin reservas” – Canal Travel & Living – Miércoles a las 23:00 hs.).
Morocho brasilero preparador de tragos. Por un momento me sentí en Canasvieiras.

Claro que este sencillo plan contaba con un pequeño error de cálculo. Un detalle fundamental que se me pasó por alto (seguramente porque el mal corte de pelo me alteró la frecuencia de pensamiento): la gente.
No se si alguna vez lo dije, pero una de las cosas que mas me molestan y que de peor humor me ponen en el mundo son las muchedumbres. Y mucho peor si son muchedumbres así medio empelotudecidas de gente caminando despacio sin mirar por donde va, porque está embobada mirando para cualquier lado.
Obviamente era consciente de que en una Feria así iba a haber gente pero, sinceramente, no se me ocurrió pensar que habría tal cantidad.

Caminar entre los stands resultaba poco menos que insoportable.
Detenerse en alguno de ellos intentando degustar algún plato, directamente imposible.

Luego de dar un par de vueltas de reconocimiento (vueltas en las que con mi mujer fuimos sistemáticamente empujados y pisados mas veces de las que pudimos contar), y viendo que ya eran pasadas las nueve y media de la noche y el hambre comenzaba a pasar factura (porque encima fuimos sin cenar para comer ahí. Somos re locos) nos dispusimos a encarar la horrenda tarea de intentar conseguir algo para comer.
Pero no. No se podía.
En cada stand mas o menos piola, tipo el de México (en el que preparaban unos tacos que se veían increíbles), el de Irlanda (que tenía enormes chopps de cerveza negra tirada), el de Alemania (donde ofrecían unas enormes salchichas con chucrut) o el de Siria (con su clásico shawarma), había colas de no menos de treinta personas (la mitad de ellas, por supuesto, compuestas por viejas rompebolas y gente con cara de “¿A ver que hay acá?”) lo cual daba un tiempo de espera que, sin exagerar, no bajaba de los veinte minutos.
Y si hay algo que odio mas que a las muchedumbres, es tener que esperar en medio de una muchedumbre. Y encima para comer.
Luego de varios infructuosos intentos, mi mujer decidió probar suerte por su cuenta en el stand de Italia y ver si podía conseguir una pizza, cosa que logró luego de mas o menos diez o quince minutos gracias a su determinación y, especialmente, a que cuando le da hambre se pone mas caprichosa que de costumbre.
Lo interesante del caso fue que lo único italiano de la pizza (una individual bastante piojosa) era la bandera que adornaba el stand, porque por lo demás era de lo mas ordinaria (Encima lo mas “italiano” que hacía el que la preparaba era ponerle un condimento arriba del queso y luego rociarla con aceite de oliva, cosa que mi mujer le pidió que no hiciera porque, según sus palabras “Andá a saber que es eso que le pone, capaz que es picante y no me gusta”).
Yo, a esa altura, entre que no podía comer lo que quería, y ya estaba podrido de caminar entre tanta gente, me iba poniendo cada vez de peor humor, así que antes de encularme del todo y empezar a romper cosas o pegarle un voleo la próxima vieja que me chocara me armé de paciencia, fui al stand de Brasil, esperé, esperé, y me compré una caipirinha (porque no me pensaba ir sin tomarme aunque sea una).

Otro morocho brasilero preparador de tragos preparando mi caipirinha, cosa que hacía sin dejar de bailar al ritmo del samba. Esta es una de las varias fotos que le sacó mi mujer. No se por qué tantas si con una alcanzaba.

Y esa fue mi única satisfacción de la noche.

Por lo demás, fui con toda la ilusión de atiborrarme de comidas regionales, y lo único que terminé comiendo fue un “exótico” choripán. (Bueno, en realidad uno y cuarto, porque cuando estaba esperando en la fila para comprarlo mi mujer me dijo que comprara dos porque solo había comido un pedacito de la pizza que se compró ella y con uno seguro me quedaba con hambre, así que le hice caso, me compré dos y le di uno a ella para que me lo tenga mientras yo daba cuenta del primero. Ella lo mira, le da un mordisquito y luego de decir “Uh que bueno que está esto” ese supuesto segundo choripán destinado a que yo no me quedara con hambre comenzó a desaparecer lentamente entre sus manos hasta quedar reducido a tan solo unos pocos centímetros).

Parrilla de comida exótica. Los lugareños lo llaman "chorizo" y lo comen cortado al medio en forma longitudinal y dispuesto entre dos piezas de pan. Esto se denomina "choripan". Yo lo probé y es muy bueno.

Luego de eso, con mas hambre que satisfacción (al menos en mi caso) vimos un ratito un recital de música celta y, como la cosa ya no daba para mas y cada vez parecía haber mas gente, nos fuimos a casa.

Vista del escenario durante el recital de la banda que tocaba musica celta. Estuvieron bastante bien, lástima que no me acuerdo como se llamaban.
El ambiente era muy familiar, como se puede apreciar por los dos jovatos haciéndose los acaramelados de la foto.

En conclusión, la Feria está muy bien. Cada año la ponen un poco mejor, se ve que hay esfuerzo, todo muy lindo, todo muy vistoso, todo muy familiar, pero yo me fui re caliente y con hambre

Y la gente, como siempre, lo arruina todo.
Parece que no entienden que cuando llego yo deben abrirme paso como si fuera Moisés ante el Mar Rojo. No entiendo. No es tan difícil.

Pero bueno, igual el año que viene pienso volver, porque me quedaron varias cuentas gastronómicas pendientes y no lo pienso dejar así.

Y lo voy avisando desde ahora: Voy a ir y voy a darme el gusto de comer todo lo que quiera, aunque tenga que ir armado con un palo para abrirme espacio.

Así que ya lo saben. Córranse.

viernes, 6 de noviembre de 2009

Post con fotos XXX

No. Mentira. No hay ninguna foto. Pero bien que entraron enseguida ¿Eh degeneraditos?

Bien, ahora a lo nuestro.

En primer lugar, hago acto de presencia solo para llevarles tranquilidad y sosiego ante la ola de mails y mensajes recibidos preguntando el por qué de mi “virtual desaparición” durante estos días. Realmente, tamaña demostración de afecto realmente me emociona hasta las lágrimas.

Obviamente estoy siendo irónico, por si no se dieron cuenta.

Es evidente que a mi me puede caer un rayo, me puedo caer a un pozo ciego, o me puede abducir un plato volador, que a nadie se le movería una pestaña.
Seguro que incluso hasta pasarían por acá y al ver que no hay nada nuevo arrugarían la nariz, menearían la cabeza y diría con tonito de desprecio “Como se rasca este tipo. Está bien que lo que escribe es rayano con la pelotudez mas extrema, pero estoy tan al pedo que necesito leer algo. Aunque sea eso. Y este no escribe. Es una falta de consideración hacia mi, que soy el publico”.

Claro. Porque no importa que yo estuviera accidentado y viviendo con un dolor casi inhumano. Lo importante es que trabaje para su entretenimiento ¿No?

Si, estuve accidentado.

¿Cómo? ¿No lo sabían? Y claro, si no se preocupan en preguntar.

Yo podría haber estado debatiéndome entre la vida y la muerte, sintiendo el frío roce del sueño eterno, viendo la luz al final del túnel, a punto de caer en las profundidades del Hades, y acá … nada. Nada. Solo silencio e indiferencia.

Decí que lo que me pasó solamente fue que me esguincé el codo en el colectivo, que sino…

No es para reírse. Fue un esguince con desgarro muscular y todo.
Y encima en el brazo derecho que, como saben aquellos que algo me conocen, es mi brazo hábil (soy zurdo solo para escribir, agarrar el cuchillo y abrir frascos).
Estuve como una semana con un dolor mas que importante y prácticamente sin poder mover el brazo, situación ésta que me generó no pocos inconvenientes, como por ejemplo el vivir con media cabeza peinada y media no, o el casi suicidarme en varias ocasiones intentando cepillarme los dientes con la mano izquierda.

Pero bueno, afortunadamente ya pasó lo peor y ahora, aunque aún tengo algo de dolor, ya estoy bien y solo me queda un hematoma y un codo un poco mas “puntudo” de lo normal que, supongo, se irá acomodando con el tiempo.

Dicho sea de paso, así y todo, con dolor y demás, aunque no haya actualizado este sitio, igual cumplí con mi artículo de MIB, el cual está en este preciso instante disponible para ser leído (Pueden acceder a él haciendo click en el banner de la barra lateral. Creo. Estoy casi seguro que es así).
Lo traigo a colación porque aparentemente no han comprendido como es la cosa (quiero creer que es así y no que son realmente unas personas muy miserables que no quieren colaborar conmigo y se regocijan en mi fracaso).
Por las duds les explico de nuevo: para que a mi, persona encantadora si las hay, en algún momento le toque una monedita, el sitio debe llenarse de visitas ¿Se entiende? LLE NAR SE.
Así que, ya mismo, los intimo a que visiten el sitio, de ser posible dejando constancia de que van por mi, porque no se si la repartija va a ser a comisión o no.

Y eso es todo por hoy …


Ah, claro, hoy es viernes. Debería dejar la pregunta.

Que cagada che, no tengo nada preparado.

Bueno, te sacio una así de la galera. Porque yo uso galera. Algunos dicen que soy excéntrico. Otros que soy un reverendo pelotudo. En fin … A ver …

Ahí va:

¿Existen las casualidades o todo lo que pasa, indefectiblemente, está interrelacionado y tiene un significado que se revela con el tiempo? ¿Eh?

Faaaaaaaaaa … Y eso que la tiré así de sobrepique nomás.

No hay caso. Cuando uno es talentoso es talentoso.


Buen fin de semana chichipíos.